lunes, 30 de enero de 2012

Un recuerdo para Paul Motian

Paul Motian
Como es de dominio público, Paul Motian murió el 22 de noviembre de 2011. Hubo y, seguramente, seguirá habiendo todo tipo de homenajes. El que se publica a continuación, traducido del francés por J.F., fue publicado en enero de este año por la revista Jazz Magazine. Se trata de una breve entrevista que Laurent Bataille mantuvo con el baterista Daniel Humair, donde ambos hablan de Motian.

Paul Motian

--En su opinión, ¿qué le aportó Paul Motian a la batería?
--Técnicamente, poco, porque no era alguien que tocaba basándose en la técnica, sino más bien en el color, una cierta polirritmia, cercana a la que habían desarrollado bateristas como Dave Tough, por ejemplo. Paul Motian no era una baterista conceptualmente muy moderno. Simplemente, era minimalista, tenía un lado "tiempo/contratiempo", una manera de marcar los acentos desacostumbrada, que lo distinguía. Diría que tenía algo de dixieland; en síntesis, tocaba de una manera bastante tradicional, pero como tenía un espíritu bastante ambiguo y mucha originalidad, se las arreglaba para hacerlo saber.

--¿Paul Motian forma parte de los bateristas que influyeron sobre usted?
--No realmente, pero yo escuchaba su trío, por su manera de acercarse y relacionarse con el bajista. Yo parto del principio que cada baterista tiene algo original a lo que hay que prestarle atención. No sé si hay que explotar eso sistemáticamente, pero hay que conocerlo, aunque, a nivel del instrumento, no me interese estudiarlo en detalle, ya que, lo que sobre todo cuenta, es la relación con la música, la manera en que uno se sitúa respecto de ésta. En Motian, era muy interesante, porque su manera de tocar funcionaba con cierto tipo de contrabajista e incluso sin contrabajista...

--¿Lo considera un gran baterista?
--Sobre todo un muy buen músico que tenía un concepto de verdad, incluso como compositor. Sus composiciones parecen bastante sencillas, pero son muy originales. Paul Motian era un creador de territorios en los que tocar. Ofrecía una especie de soporte "picante", y le daba picante a toda la sección rítmica. No imponía nada. Conservaba su lugar. A Jean-Francois Jenny-Clark le gustaba mucho tocar con él, por ejemplo.

--Justamente, ¿le dio él alguna impresión sobre cómo tocaba Motian?
--Jean-Francois se sentía verdaderamente cómodo con él. Paul Motian tenía un sonido muy bello, un sonido natural que no venía en absoluto del instrumento que tocaba, ya que, tocando en cualquier batería, obtenía ese sonido, un poco como pasa con Roy Haynes. Motian dominaba la batería, no era la batería la que lo hacía tocar sino él que hacía que la batería sonara. Eso es algo importante, tendemos a olvidarlo: es el hombre el que hace que la máquina ande.

--Henri Texier me dijo que tenía un muy buen tempo...
--¡Todos los bateristas tienen un buen tempo! Pero depende cómo se lo imponga... Paul Motian siempre tocó con buenos músicos, y los buenos músicos siempre tienen un buen tempo

--Era un fanático absoluto de Kenny Clarke y comenzó tratando de imitarlo antes de encontrar su propia voz. ¿Lo sorprende que haya tomado ese camino?
--De todos modos, fuera de Elvin Jones, no conozco a un solo baterista sin filiación. Todo eso depende sobre todo de los músicos con los que uno toca.

Daniel Humair (Foto: Yves Dorison)
--¿Qué les diría a los detractores de Motian?
--Que vayan a preguntarles a todos los músicos que tocaron con él por qué lo adoraban. Es necesario que comprendan que la batería es un instrumento de música. La batería no es una categoría de los Juegos Olímpicos.

--A menudo se ha dicho que Paul Motian era un "colorista", que su "gesto musical" hacía pensar en el de un pintor. Usted mismo, que es a la vez baterista y pintor, ¿piensa que esa comparación tiene sentido?
--Digamos que era muy elegante, y como su vocabulario era extremadamente legible y poco cargado, el gesto adquiría mayor importancia. Pero ha habido tantos bateristas que trabajaron como si tuvieran pinceles... Puedo citarle uno: Philly Joe Jones. Él decía principalmente: "Todo lo que parece difícil es fácil y todo lo que parece fácil es difícil". Eso resume bastante bien las cosas. Paul Motian era, antes que nada, un muy buen músico, que tocaba para sus colegas, sin ubicarse en primer plano. Tal vez tuviera poco recursos como baterista, menos incluso de los que imaginamos, pero como nunca se las dio de virtuoso, tendemos a creer que carecía de técnica. Pero el puntuaba, funcionaba por abajo, sabía crear los fondos. Si vamos a hablar de relaciones con la pintura, el solista tocaba las formas y Motian se ocupaba de darle profundidad a la imagen, o a la música, si prefiere. Su manera de tocar no era mezquina, escuchaba la música, no a su batería. Cuando uno se limita a escuchar la batería, ya perdió uno de los oídos. Su sonito también viene del hecho que tocaba mucho en clubes y que era un auténtico baterista de grupo. 

1 comentario:

  1. Fue una gran pérdida para el jazz, la muerte de Paul Motian, para mí uno de los mejores bateristas que tuvo Bill Evans. Muy bueno el blog de Uds., si quieren acercarse por el mío, ahí los espero. Tengo una etiqueta dedicada al jazz "African Flower". Saludos.-
    J. C. Conde Sauné

    ResponderEliminar