(De nuestro corresponsal en París) En varias disquerías y conciertos a los que sus obligaciones para con los lectores de este blog lo llevaron, este enviado especial de Minton's ha nota unas cajitas blancas, más bien insípidas, prácticamente artesanales, cuyo contenido seguramente podría provocar el delirio de más de uno allá en Buenos Aires. Se trata de discos de un sello denominado Rogue Art (ver en la columna de los sellos discográficos, a la derecha) que, de acuerdo con su página, edita de manera consistente a artistas tan idiosincráticos como Fred Anderson, Malachi Favors, Roscoe Mitchell, Dave Murray,Matthew Shipp, etc.
"En el dominio de la expresión artística, como en muchos otros --dice el texto de presentación del sello--, cuanto más pobre es el discurso, más posibilidades tiene de ser tomado en cuenta: el mercado exige simplicidad, vender rápido y reemplazar rápido, y no le gusta aquello que se resiste. En lo que se refiere a la música, basta con revisar las estupideces que los supermercados del entretenimiento emplean para esconderles a los 'clientes' los tesoros quese ofrecen con cuentagotas. En cuanto a las discográficas y los sellos independientes, que también se dirigen a los melómanos entendidos, a los apasionados, a los aficionados, a los curiosos apenas queda también el implacable mercado.
Rogue Art se inscribe en el extremo opuesto de esta tendencia y se propone darles la palabra a aquellos artistas que poseen una expresión original, inteligente, rica: sin pleonasmo, ¡a los artistas!".
Si bien el texto sigue, con sólo considerar lo dicho hasta acá se comprende por qué se ha reducido el arte de tapa a la mínima expresión y cuáles son las razones de tanta austeridad. Lo cual no impide que, por ejemplo, en el último número del Jazz Magazine, el de febrero, Stéphane Ollivier haya dedicado palabras elogiosas a la actividad del sello. Antes de comenzar su reseña sobre las novedades del mes, señala: "Este sello francés continúa fundando su identidad editorial en proyectos que se inscriben en el campo de la gran música negra, concepto clave del post free, acuñado principalmente por los músicos afiliados a la AACM".
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