Martín
Carrizo y Jorge Fondebrider se lanzaron a preguntarle a un puñado de músicos
argentinos lo que les había parecido mejor o, en su defecto, lo que más les había
interesado entre los discos de jazz argentinos e internacionales, editados en
el 2013. Y si bien fueron consultados muchos más músicos de los que
respondieron, esta encuesta se topó con las vacaciones, la timidez o el
silencio. Por lo tanto, como todas, es parcial, arbitraria e incompleta. Ninguna
de estas objeciones le resta valor: representa lo que quedó en la memoria de un
destacado grupo de músicos al cabo de un año. Y si bien resulta claro que nadie escuchó todo
–acaso la excusa más frecuente y atendible–, también es cierto que todos
escucharon algo. Es precisamente sobre ese algo que giran las respuestas que se
detallan a continuación, respetando un estricto orden alfabético... tan caprichoso como cualquier otro.
Disco local: Sonora, de Mauricio Dawid, por la calidad y frescura de sus
composiciones, por lograr un sonido super actual a partir de las ideas de
sección rítmica y el gran balance logrado de composición/improvisación.
Disco extranjero: The Sirens, de Chris Potter. El grupo es
extraordinario, de sonido muy explorativo pero a la vez accesible, mucho fuego
y también introspección. Con Craig Taborn en un rol más convencional de lo que
muchas veces se escucha de él, brillante.
Roxana Amed (cantante)
Lamentablemente no
escuché todos los discos que se sacaron este año pasado en Argentina,
lamentablemente no todos los discos tienen promoción.
Sí tuve de manos de
Ernesto Jodos Light blue y
me gustó mucho, los escuché en vivo y he colaborado en otros como el de Ignacio
Amil, Background
Inescapable que también creo
que tienen valor en el discurso discográfico argentino.
Pero tengo mi
corazón puesto en Indómita luz porque muy al margen de mi colaboración, creo que
reunió a muchos de nuestros mejores músicos de jazz, un gran repertorio y un
desafío para Juan Cruz de Urquiza como director de llevarlo al lenguaje del
jazz. Creo que ese trabajo de exploración es clave en este género –y en la buena música.
En el panorama
internacional, un disco que me sorprendió y un artista nuevo para mí es Gerald
Clayton y su Life forum. Original, apasionado, virtuoso
material. Con Seeds, de Leo Genovese, fueron hermosas
noticias musicales.
Jose Enrique Angelillo (pianista)
Quizás sorprenda mi respuesta, pero, he estado inundado y
recomponiendo mi vida. Primero, estuve meses para recuperar mi equipo de
sonido. Segundo, toda mi música se fue con el agua y la verdad, puse la poca
energía que me quedaba en tratar de recomponerme anímica y psicológicamente,
cosa que aún me está costando. Mi energía estuvo puesta en mantener mis laburos
y en poder tocar incluso sin el mejor ánimo. Así que lamento decepcionar, pero
no estuve escuchando música este año como para poder decir nada con certeza. Lo
que puedo aseverar que el disco que grabaron Pablo Ledesma y Agusti Fernández
en su venida en el 2012, Improvocaciones
es EL disco argentino. De eso no me cabe duda.
Juan Pablo Arredondo (guitarrista)
Disco de jazz argentino : Pablo Diaz Cuarteto.
Disco extranjero: Tim Berne's Snakeoil Shadow Man
Juan Bayón (contrabajista)
Hubo dos discos nacionales que para mí han sido señal de la buena salud de
la escena porteña en 2013, ambos discos debut: Santiago Leibson Trio, Amon (BACA). Prueba de lo fructífero que
viene siendo el trabajo de Ernesto Jodos como director del programa de jazz del
conservatorio Manuel de Falla (y todos sus profesores, claro) es que aparezca
un disco debut así, con tres post-adolescentes irrespetuosos, preparados y con
cosas para decir. Es ambicioso, coherente y alineado sin concesiones con lo que
Matthew Shipp llama la fuck you school of
jazz piano (Duke, Monk, Cecil, Andrew Hill, Jaki Byard...).
El otro disco es el de Rodrigo Agudelo & La Salamanca , idem (PAI).
Agudelo tiene todo controlado. Un ritmo que te lleva, un logrado sonido de guitarra,
una concepción armónica sólida y orejas y musicalidad para tirar al techo. Pero
son sus brillantes composiciones el centro de este hermoso disco debut. Ayuda
que está él para navegar con lirismo sus no-tan-simples cambios de acordes y
por lo tanto hay en este disco al menos cuatro solos brillantes (tres de
Agudelo, uno del pequeño gran Tomás Fares en piano), que es más del doble de lo
que suelo encontrarme en discos nacionales o internacionales últimamente.
También ayuda, como siempre, la experiencia de Hernán Merlo en contrabajo para
traer a casa a esos nenes descarriados. Magia intergeneracional vital a todo
buen jazz.
En cuanto a los internacionales... a buscar en internet, como si no
supieran donde encontrarlos. Cualquier cosa con Billy Hart o Andrew Cyrille
funciona para mí.
Guillermo Bazzola (guitarrista)
No escuché discos argentinos de este año. Quizá algunos de 2012.
De afuera, me gustó especialmente 39 Steps, de Abercrombie. No se si es "el mejor", pero
tenía interés y me gustó. Va la explicación: sigo a Abercrombie. El último
disco suyo que realmente me había gustado mucho había sido Open Land (1999) y en menor medida Class Trip (2003). Entre medio, todos habían estado bien pero
ninguno me había enganchado especialmente. Este último es especial porque tiene
también a Marc Copland, que además de ser un músico que siempre me interesa, es
un socio habitual de Abercrombie. 39
Steps me parece un muy buen disco porque además de presentar un grupo de
músicos de nivel superior (todos ellos están entre mis favoritos en sus
respectivos instrumentos) incluye un repertorio original, de muy alta calidad
compositiva, y orgánico, variado, con un hilo conductor. Espero que, como en el
anterior cuarteto con piano, repitan.
Javier Cánepa (contrabajista)
Mejor
disco de jazz argentino 2013: Posibles
días en sueño, de Nicolás Ojeda:
Mejor
disco de jazz extranjero: Out here,
de Christian McBride.
Juan Canosa (trombonista)
De los discos que escuché, me gustó mucho el del noneto de Mariano Loiácono.
Juan Pablo Carletti (baterista)
La
primera pregunta no la puedo contestar porque no pude escuchar muchos discos de
allá, como para dar una opinion. No obstante, quisiera mencionar que las cosas
que he escuchado en Internet de Nicolas Chiantaroli me han gustado mucho.
En
cuanto a la segunda, podríamos decir que la caja Wooden Flute Song de William Parker, disco que estoy degustando en
este momento, me parece buenisima, porque escucho el sonido de un grupo en
varias etapas, muy sólido, y la visión de un artista enorme como lo es William
Parker. Se pueden escuchar sus composiciones, y la explicación de cada una de
ellas, inspiradas muchas veces en otros grandes músicos, pero siempre desde su
sonido. También, lo increíble de esa base rítmica que hacen con Hamid Drake. Hay
asimismo otros ensamble,s derivados o nuevos, que suenan muy bien. Encuentro un
color muy profundo. La caja tiene 8 discos, así que es material muy rico para
disfrutar. Me parece increíble que editen algo así: no hay material que me
parezca esté de más.
Patricio Carpossi (guitarrista)
Me parecen muy buenos el disco de Mauricio Dawid Sonora y el
disco de Juan Pablo Arredondo sobre la obra de David Lynch.
Fran Cossavella (baterista)
El mejor disco de jazz nacional
diría que es Amon,
el disco del trío de Santiago Leibson, con Maxi Kirszner y Nico Politzer. La
música es hermosa y el sonido de los tres es una alegría de escuchar.
Y el mejor disco de música
creativa improvisada internacional tendría que decir que fue sin duda el disco
de Steve Coleman, Functional
Arrhythmias. Todavía no puedo parar de escucharlo.
Mauricio Dawid (contrabajista)
Mejor disco argentino: Pablo Díaz Cuarteto. Me gustan muchísimo las composiciones y la simpleza con la que todos tocan.
Mejor disco extranjero:Tootie´s Tempo, de Albert “Tootie” Heath. Me encanta el trío. Tootie Heath es uno de los bateristas más originales que escuché y Ethan Iverson y Ben Street no paran de maravillarme.
El disco nacional, Santiago Leibson Trío.
De afuera, Oliver Lake (Trío 3) + Jason Moran.
Cirilo Fernández (pianista, Fender Rhodes)
Nacional Kom, de Carlos Michelini.
Internacional The Line, de Kneebody.
Sebastian
Groshaus (baterista)
El
cd que mas recuerdo de los pocos que escuchè fuè Notre de Macelo Gutfraid. Muy buen swing, muy lograda la sonoridad del Hammond trío, solos con mucha
interacción y muy buen manejo de matices con una intensidad relajada. Un muy
buen trabajo del trío, en un formato complicado para encontrar un sello propio.
Adrian
Iaies (pianista)
Mi disco argentino preferido fue el del noneto de Mariano
Loiácono. Porque está muy bien arreglado, muy bien tocado, nunca antes se había
grabado acá algo con esa estética que suene tan de verdad. Y porque Mariano es
mi músico preferido.
De los de afuera, Somewhere,
del trío de Keith Jarrett, que sigue sonando joven, vital, y sigue teniendo
cosas para decir. No hay ninguna chance de tocar el piano mejor que como
Jarrett lo hace.Y el repertorio que eligieron es una gloria. También me gustó
el dúo de Charles Lloyd con Jason Moran, pero el de Jarrett es mi preferido.
Ernesto
Jodos (pianista)
De discos nacionales, escuché
pocos, pero me gustó mucho Amon, del pianista
Santiago Leibson. Es un trío que viene tocando hace rato, con muy buena música
original, y mucha comunicación entre ellos. Lo integran también Maxi Kirszner y
Nicolás Politzer.
De afuera, me gusta mucho el
último de Shadow man, de Tim Berne (ECM).
Un grupo que marca una nueva etapa en la música de Tim, con una sonoridad
diferente, que ya había comenzado con el disco anterior.
Pablo
Ledesma (saxofonista)
A decir verdad, casi no estoy atento a las novedades
discográficas. Después de más de 40 años escuchando todo lo que cae en mis
manos y en la de los amigos, empiezo a renegar con todos los refritos y clones
de los grandes maestros del pasado.
De lo de este año destaco la caja Wood Flute Song, de William Parker. De lo que viene de U.S.A., me
inclino por los músicos negros de la órbita de Chicago (AACM). Lo que me gusta
de ellos es la fidelidad a su tradición y que no suenan a músicos de jazz de
conservatorio como muchos de los neoyorkinos. El caso de Parker es emblemático:
el tipo no para de generar proyectos. Su tándem con Hamid Drake es de lo más
estimulante que he oído últimamente. ¡Son una aplanadora: swing, inventiva,
riesgo, de lo mejor!
De lo local, reconozco que tenemos muy buenos músicos,
pero no escucho en ellos creatividad, riesgo, originalidad, concepto,
personalidad... ¿Será porque carecemos de grandes maestros? (supongo)… Bueno,
el tema da para un análisis más exhaustivo. En fin,en realidad me lo paso tocando mi instrumento y
escuchando muy poco –y yselectivamente–
de lo nuevo.
Leche Entera de Juan Pablo Arredondo (Sello Cabello), con Juan Pablo Arredondo: guitarra, Jerónimo Carmona: contrabajo, Carto Brandan: batería. Hay un cellista invitado en algunos temas pero no recuerdo el nombre. Tanto las composiciones y lo que sucede dentro (desde la improvisación) de ellas me parecieron muy buenas y originales. Es interesante escuchar cómo se mezcla el material escrito con el improvisado dentro del grupo. Toda la música está basada en películas de David Lynch y esa estética tan propia del cineasta se hace presente.
El extranjero que más me gustó es Trio New York II, de Ellery Eskeline, con él en saxo tenor, Gary Versace: orgáno, y Gerald Cleaver: batería Es el segundo disco de este grupo caracterizado por hacer standards de una manera más que original. Los solos de Eskeline y la dinámica del grupo en general me parecen muy buenos: realmente se apropian de los standards para hacer una música completamente nueva.
Mariano Loiácono (trompetista)
No sé si escuché muchos de 2013, o no recuerdo.... Creo que el más
interesante fue Colors of a dream, de
Tom Harrell (High Note).
Sebastián López (guitarrista)
De los discos argentinos a mí me gustó muchísimo el disco Despedida, del gran saxofonista Carlos Lastra, que salio por el sello UAN CHU. Es un disco muy maduro con un concepto estético muy bien definido, el grupo suena muy contundente haciendo que la música alcance momentos muy altos de profundidad e intensidad.
El disco extranjero que mas escuche este año fue This Just In del guitarrista Gilad Hekselman, y que salio por el sello Jazz Village. Es un disco conceptual y por momentos muy experimental, Hekselman asume nuevos riesgos a nivel expresivo y consigue delinear diversos paisajes sonoros que oscilan desde una depurada construccion melodica a una aspera improvisacion free.
Barbie Martinez (cantante)
Escucho mayormente jazz de los años 50 y 60.
El disco de jazz argentino que más me gustó de 2013 es Despedida de Carlos Lastra, por su
honestidad, profundidad e intensidad.
De los discos internacionales, me gustó mucho Woman Child, de Cecile Mc Lorin Salvant,
porque ella es simplemente maravillosa.
Juani Méndez (saxofonista)
De los discos de jazz argentino me gustaron mucho Amon de Santiago Leibson. En general me gustan mucho lo que componen Santiago y Maxi. Aparte, me parece que funcionan muy bien las unas con las otras a lo largo del disco. De hecho, a veces, cuando escucho el disco entero de corrido, me da la sensación de ser una sola gran compo (Politzer tiene algo que ver con esto también). Por otra parte, todo lo que toca Santiago, tanto como solista como acompañante, me parece siempre muy coherente y comprometido con la interacción con el resto del grupo,.y en este disco, con Maxi (¡justo!) y Nico, eso se nota mucho no sólo en él, sino en todo el grupo.
También el disco de Rodrigo Agudelo. Rodrigo es una persona que solo ya suena siempre increíble y además,... ¡¡¡hace sonar a todos!!! Me gusta el disco porque tiene canciones simples, con lindos desarrollos y como Rodrigo: suenan solas. Esto, sumado a la calidad de los músicos como los que junto para este disco, hace que la cosa tome un vuelo muy en serio. Un sonido más actual, que me gusto mucho escuchar.
El que mas me gusto del 2013, fue el del Juan Cruz de Urquiza , interpretando la música de Charly García. Me parece muy equilibrado, moderno y muy bien interpretado. Cuando se abordan otros géneros es muy dificil poder lograr esee balance y poder conseguir otra mirada, sin caer en los clises típicos y fáciles, que muy usualmente se escuchan en el jazz. Además de apoyar este tipo de proyectos, como así también la música y compositores originales, también me gusto mucho el disco de Escalandrum. Si pudiera, elegiría los dos.
De los discos internacionales, elijo The Sirens, de Chris Potter, simplemente porque como saxofonista creo que es uno de los que está a la vanguardia del género, además de ser un gran inspirador para mí a la hora de escribir música y de estudiar el instrumento. Él reúne toda la tradicion y toda la modernidad del jazz. Y este trabajo está inspirado en la Odisea , una obra literaria que es de toda la humanidad, lo cual, creo, habla de la universalidad a la que todo artista quiere llegar, y proyectar.
Gustavo Musso (saxofonista)
A nivel internacional no estoy al tanto de los discos del
2013. Sí puedo decir que Hot House, el
disco del noneto de Loiácono es, por sus arreglos, lejos el disco de jazz del
año. Creo que hace rato que no hay un disco que tenga esa sutileza en la
escritura para los vientos.
Luis Nacht (saxofonista)
Luis Nacht (saxofonista)
De lo que escuché, quiero mencionar Segment, de Francisco Lo Vuolo. Aunque salió en octubre del año pasado, no quiero que esté ausente de la encuesta. Luego, Despedida, el disco recién salido de Carlos Lastra.
En cuanto a los discos internacionales, Hagar's Song, de Charles Lloyd y Jason Moran, y Without Net, de Wayne Shorter, son los que más me gustaron.
En cuanto a los discos internacionales, Hagar's Song, de Charles Lloyd y Jason Moran, y Without Net, de Wayne Shorter, son los que más me gustaron.
Marcelo del Paggio (contrabajista y bajista)
En
la primera pregunta es donde más claro me gustaría ser y fundamentar mi
respuesta, ya que está sujeta a consideraciones no musicales en sí mismas. Realmente,
no me ha llegado ningún disco de mis colegas este año. Tampoco soy de estar
atento a recibirlos. La única razón de esto es que siempre me provoca un estado
de bienestar muy concreto la sola noticia de que personas que en general
conozco o han tocado en mis grupos en más de diez años, o con las que he
compartido momentos en la enseñanza académica, graben y editen un disco en la Argentina. Y esto abarca
todos los casos. El fundamento es que, si hay algo que conozco es la genealogía
de un músico de jazz argentino, más que nada porque es lo único que en verdad
soy, o mas bien lo único a lo que le dediqué mi vida DE VERDAD. Por tanto
cualquiera de ellos, como dije arriba, dispierta mis mejores sentimientos de
camaradería. ¡Cheers por el jazz
argentino!
La
segunda es mas fácil, aunque es difícil elegir uno. Pero sé que es parte de
este juego bien entretenido y sano por cierto. Así que me presto y tiro algo de
lo que me viene en este momento a la cabeza del abundante material que consumí
y fue editado este año: (sit in) the
throne of friendship, del Nate Wooley Sextet (del sello portugués Clean
feed). Lo primero para decir es que Wooley es uno de los trompetistas que más
me ha impresionado en los ultimos diez años, luego de Enrico Rava. Lo segundo
es que, cada vez que escucho un trabajo donde él toca, se me ocurre suponer que
hay algo que esta dentro del fraseo, y estrictamente dentro del fraseo primero
y ante todo, que logra alquimias permanentes con el resto del combo en cada
caso. No creo que me fallen los cálculos respecto de la larga ruta que le queda
aandar a Nate Wooley en los comentarios de todos los que amamos el jazz en el
mundo. Y si alguien se encuentra un poco desorientado en este terreno, confío
en que Wooley le hará saltar varios escalones para fácilmente quedar parado en
el centro del presente o, lo que es mejor, de lo que tanto nos debemos en la
vida: el dulce pensar en lo mejor que tenemos y lo mejor que vendrá.
Daniel “Pipi”
Piazzolla
(baterista)
Disco nacional: Hot House, de Mariano Loiácono, y el de Carlos Michelini con George Garzone (del
que tuve el placer de ser parte).
Disco internacional: Sirens, de Chris Potter.
Nicolás Politzer
Realmente me resulta muy difícil nombrar un disco ya que la producción cada año es mayor y mucho de lo que sale no tiene la difusión que merece. Hubo muchos primeros discos este año, todos con un nivel musical, de entrega y comprosimo más que emocionante. Mauricio Dawid, Fran Cossavella, Santiago Leibson, Guillermo Harriague, Pablo Diaz (es del 2010, pero salió en edición material este año) y es seguro que me olvido de algún otro. También no primeros discos tremendos: Juan Bayón, Damian Poots, Juan Pablo Arredondo, etc. Pero si me tengo que quedar con uno, me quedo con Ascensión Libre, de Enrique Norris. Para mí (como para tantos otros), Enrique es un referente imprescindible de la música creativa actual. Un maestro, un ejemplo de entrega absoluta, concentración y energía. Un Artista. Enrique no para de sacar discos y de mostrarnos el camino en cada decisión que toma. Al trío lo completan Maxi Kirszner y Pablo Diaz, dos músicos increíbles que admiro profundamente, cada uno con una voz muy personal, que cuando comulgan logran armar un mundo sonoro lleno de belleza. Un grupo al que voy a ver cada vez que puedo.
Y en el plano internacional sigo descubriendo discos y artistas que son siempre novedades. Pero para nombrar uno que me atrapó y salió en el 2013 me quedo con City of Asylum, de Eric Revis, con Kris Davis y Andrew Cyrille.
Guillermo Romero (pianista)
Entre mi estudio, conciertos y clases, la verdad no me
quedo tiempo para escuchar nuevos discos. Pero puedo decir mis preferencias.
En Buenos Aires, lo que mas me gusto fue escuchar a Hernán
Jacinto, y en Nueva York, al pianista Adam Birnbaum. No se si grabaron este año,
pero son dos monstruos los dos.
El disco que más me llamó la atención del 2013 en el orden de lo nacional es el de En Suspensión, deWenchi Lazo, del sello Radiaciones Armónicas/Cardo.
En cuanto al plano internacional la verdad es que no estoy muy al corriente, pero este año que pasó descubrí la caja The Complete Columbia and Novus Recordings de Henry Threadgill y no pude dejar de escucharlo.
Esteban Sehinkman (pianista)
3 discos que me interesaron este año:
No
fear de Fernandez 4: Cirilo es un
tremendo compositor, la banda un relojito y el audio del disco es brutal...
Al
sur del Maldonado, del Pollo Raffo: el arquitecto
Raffo arma un recorrido en donde la música siempre fluye, con la originalidad y
técnica de un gran compositor, y la naturalidad y simpleza de un gran
maestro...
Vértigo de
Escalandrum: sencillamente, no se puede creer cómo suena este grupo en
vivo...
Paula Shocrón (pianista)
Me interesaron Amon, del Santiago Leibson Trío, y El límite de la conciencia, de Fran Cossavella.
Nota de Martín Carrizo: Lo interesante es que
son dos discos que están disponibles para bajar de Internet,
pagando por ellos, o bien para escuchar completos en sus páginas web; en el
caso del de Cossavella, está disponible sólo en formato digital (según Juan
Manuel Bayon, el de Leibson está también “en físico”). Estos son los links:
Francisco Slepoy (guitarrista)
El limite de la conciencia, de Francisco Cossavella. Tuve la suerte de compartir y tocar mucho con Fran, y su música tiene un desarrollo muy profundo, es muy inspiradora, influyente y reveladora para mi.
Tower, Vol4, de Marc Ducret. ¡Esa música es de otro planeta!
Pepi
Taveira (baterista)
Escucho muy poca música nueva, no porque no me interese,
sino porque, como me dijo hace muchos años mi maestro el gran Hal Crook, uno
debe en algún momento parar de escuchar tanta cosa y escucharse a uno mismo
para realmente encontrase como músico. Yo estoy en eso. Escucho cada tanto
discos que me han emocionado mucho, sobre todo de joven: Coltrane, Rollins Art
Pepper, Archie Shepp, Mingus, Blakey, etc. La lista es bastante larga.
Sí puedo decir con respecto al jazz argentino que, por
lejos, el disco del noneto de Loiacono es para mí lo mejor que escuche de acá
en mucho tiempo.
Miguel
Tarzia (guitarrista)
Del año pasado me gustaron mucho los discos Minimal, de Pato Carpossi, y Balladering de Jakob Bro (aunque no sé
si es del 2013). En ambos casos, me atrajeron las composiciones y los músicos
que tocan.
Alan Zimmerman (pianista)
La
verdad que este año no pude escuchar muchos discos de jazz nacional, lo cual
lamento, así que mi opinión va a estar basada en los pocos que escuché. No sé
si cuenta, porque yo participe en él... pero el disco Hot House, de Mariano Loiácono está muy bien, tanto desde los
arreglos como en el ensamble del grupo.
Chants,
del Craig taborn Trio, es de otro planeta: las ideas que tiene y como las
desarrolla son inexplicables. Luego, hay cuestiones ritmicas y de contrapunto,
ya desde su forma de tocar, pero también en las composiciones, que son muy interesantes.
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