lunes, 25 de junio de 2012

Jane Monheit y el sentido de cantar canciones viejas

Francisco Cruz es chileno, pero reside en Paris desde 1990. Con estudios de filosofia, musica y periodismo, obtiene un doctorado en Filosofia del Arte y la Cultura, en la universidad Sorbona Paris I. Su carrera en medios franceses comienza en la radio France Inter y en la revista Paroles et Musique. Enseguida, presenta una emision cotidiana de musica instrumental en Radio Latina y participa en la produccion de reportajes culturales en France 3 (tv). Durante 15 años realiza series tematicas, reportajes y cronicas para diversos programas de radio en France Musique et France Culture, en torno del jazz y de nuevas musicas del mundo. Paralelamente, integra las revistas Jazzman, Worldmag y Le Monde de la Musique, y las publicaciones suizas Vibrations y SoJazz. Desde el 2000 participa como redactor y videasta en los sitios divento.com, rfimusique.com, iderama.com, vibrationsmusic.com y jazzman.fr. En 2011 participa a la creacion de la revista JazzNews, donde ejerce actualmente. En 20 años –entre Sting en 1992 y Chick Corea en 2012–, ha publicado mas de 300 entrevistas, 3000 criticas, 1500 articulos ; realizado 800 programas de radio, una centena de vidéos, y reportajes en Cuba, España, Grecia, Argentina, Portugal, Estados Unidos, Italia, Panama, Alemania, Chile, Hungria, Puerto Rico, Uzbekistan, Inglaterra, Noruega, Holanda y Brasil. A partir de hoy comenzará a colaborar con el blog de Minton's. Y comienza con una breve entrevista con Jane Monheit.

Jane Monheit: La emoción standard

Es una de las cantantes plebiscitadas de los aficionados al jazz clásico, celebrada por la limpidez de su voz y el dominio de un registro amplio. Ambiciosa y prolífica, Jane a editado diez álbumes en diez años (dos de los cuales son compilaciones), vendido millones de discos y se ha convertido en productora de sus grabaciones.

Con una imagen de jazzsinger glamorosa, Jane edita un nuevo disco de standards titulado Home (Emarcy / Universal); como si ese repertorio fuese el espacio musical más acogedor. "Crecí cantando los grandes standards del jazz; hice igualmente otros discos de música un tanto diferente, pero para mí era importante volver al jazz clásico, porque es realmente el dominio en el que soy yo misma, en el que me siento como en casa."

Jane empézó por ganar el Fris Runner-Up Prize durante el concurso Thelonious Monk, ante un jurado formado por Dee Dee Bridgewater, Diana Krall y Diana Reeves, punto de partida de una carrera siempre ascendente. "Estaba terriblemente entusiasmada, porque sabía que eso me permitiría comenzar una carrera en la industria del disco. En ese momento, comprendí que no debía preocuparme por el futuro; acababa de terminar la universidad y estaba muy contenta."

Nativa de Long Island, a los 17 años empezó en la Manhattan School of Music de Nueva York. La vida de estudiante funcionaba muy bien con el jazz; Jane estaba feliz. "¡Oh, sí! Fue un período muy intenso. Estaba libre en Nueva York. Me divertí enormemente, por cierto más de lo que habría debido. Estaba loca y pasaba realmente momentos excelents: disfrutaba de la música, salía todas las noches, andaba por ahí toda la noche. Estaba rodeada por gente increíble y empecé a formar parte de la escena del jazz de Nueva York; fue un período soberbio, realmente."

Desde entonces, casada y madre joven, Jane ya no sale, no toca más el clarinete, no escribe más canciones, pero está en el momento culminante de una carrera que se presenta bien. Canta agotando las entradas y la crítica a menudo es elogiosa. Siempre está rodeada de buenos músicos y luego de algunas tímidas aperturas al pop y a la bossa nova, –"aunque no hable portugués, entiendo lo que canto"–, vuelve a un repertorio que no puede ser más standard . ¿Dónde reside el placer de cantar esa música vieja? "Siempre supe que cantaría jazz y todas esas canciones. No hay ni siquiera una razón, simplemente forma parte de mí. No podría explicar el porqué." Sin embargo, uno puede creer que Jane está emocionalmente conectada a esas canciones. "De hecho, a veces lloro en el estudio y mucho en escena. Es importante darle un sentido a las canciones, si no, no veo cuál es el sentido de cantarlas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario