miércoles, 27 de junio de 2012

George Garzone en Boris: un gran concierto en un mal lugar



Hoy, 27 de junio, el saxofonista tenor George Garzone, acaso uno de los más coltranianos de la actualidad, se presentó en Boris. Lo hizo con el cuarteto del también saxofonista tenor Ricardo Cavalli, que integran   Guillermo Romero en piano, Carlos Álvarez en contrabajo y Eloy Michelini en batería.

Podía preverse que iba a ser un buen espectáculo, pero gracias a la empatía que hubo entre los músicos, fue una verdadera demostración de buen jazz.

Desafortunadamente tuvo lugar en Boris, un establecimiento que, pretendiendo remedar en su arquitectura al Jazz Cafe, de Londres, sólo se queda en las apariencias. De hecho, difícilmente podría confundirse con un club de jazz. Durante el concierto hubo una ruidosa fiesta de cumpleaños que transcurrió en el piso superior cuando los músicos tocaban sin que ningún responsable de la sala dijera absolutamente nada. Hubo también mozos que hablaban y que hacían ruido durante el show (especialmente uno grandote, rubio y torpe, que atendía en la planta alta). Finalmente, hubo una máquina de café que permanentemente hizo ruido y que competía con el contrabajo. Si a eso se suma una carta con precios superiores a los de la mayoría de los restaurantes de la zona, cartón lleno. Para no hablar de lo que costaban las bebidas...

En síntesis, antes de tentarse con algún nuevo concierto en Boris, mejor pensarlo dos veces.

13 comentarios:

  1. Estuve anoche en el concierto, que fue EXCELENTE. El lugar es perfecto como pocos y la persona que escribe parece desconocer otros clubes de jazz internacionales, caso Smalls Jazz Club de New York (por nombrar uno y de los buenos y le recomiendo vea on line el show, por si no lo conoce), dónde los mozos hacen su trabajo dentro del clima informal que el club posee y que para nada molesta a los que disfrutamos del jazz. El concierto se desarrolló con el continuo seguimiento de los que estábamos allí presentes y las expresiones más ruidosas no fueron más que las ovaciones que despertó la excelencia de los músicos sobre el escenario. Boris Club no sólo es un excelente lugar para pasar un grato momento, sino que los shows que presenta tienen el más alto nivel. Creo que Ud (no pongo su nombre porque no lo dice escudándose en el del local)ha estado en otro lugar y lamentablemente no ha podido disfrutar de tan buen momento para la música.

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  2. Lo primero es señalarle a la lectora "María" (así ,sin apellido) que el nombre de quien firma la nota consta en la etiqueta.
    Lo segundo es que en la nota no se objeta el espectáculo, que efectivamente fue muy bueno, sino las condiciones en las que transcurrió.
    Lo tercero es que evidentemente "María" tiene poca experiencia en lo que a clubes de jazz se refiere. Así como cita Smalls, yo podría citarle veinte clubes de jazz tanto en los Estados Unidos como en Europa donde el servicio se realiza en silencio y no durante el momento en que los músicos tocan. Tampoco se enciede la máquina de café durante los solos. Y mucho menos se les cobra compulsivamente a los comensales durante el tiempo que dura el espectáculo.
    Dejo para otra vez lo de los precios ya que pagar casi 60 pesos por una cerveza no lo he visto ni en el Village Vanguard de Nueva York, ni en el Ronnie Scott's de Londres, ni en el New Morning de París. Acaso a la lectora defensora de Boris la invitaron y no se dio cuenta, o en una de ésas es accionista del lugar.
    Por lo demás, cuando tenga apellido, siga participando.

    Jorge Fondebrider

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  3. Mi apellido, figura en mi cuenta de Google como asimismo en mi Facebook, por el cuál los sigo. De las etiquetas no se deduce quién es el que escribe, señor Fondebrider, dado que figuran en el mismo nivel los nombres de Cavalli, Garzone, etc. María Williams es mi nombre y sus descalificaciones hacia mi persona, bajo suposiciones de "tiene poca experiencia en lo que a clubes de jazz se refiere", "la invitaron", "accionista del lugar" dejan mucho que desear con relación a la objetividad que tiene que tener todo crítico. Con lo cuál acentúa aún más la parcialidad y animosidad que se desprende de su nota.

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  4. Estimada María Williams:
    Vi su foto y traté de localizarla a través de su cuenta de Google para ver con quién discutía. Me fue denegado el acceso a su usuario. No digo que sea su culpa, pero así fue.

    Si en una etiqueta aparece un nombre que no consta en la nota, es de imaginar que probablemente sea el nombre del responsable de la nota que, aclaro, no escribe aquí como crítico, sino como asistente a un muy buen show en un lugar inapropiado.

    Quien mencionó el tema del a experiencia en primer lugar fue usted, cuando escribió: "la persona que escribe parece desconocer otros clubes de jazz internacionales, caso Smalls Jazz Club de New York (por nombrar uno y de los buenos y le recomiendo vea on line el show, por si no lo conoce)". Partamos de la base de que no es una forma amable de tratar a nadie, así que un poco más de respeto para con las palabras, porque se arriesga a respuestas destempladas como la mía.

    Para concluir, nadie dijo que este sea un blog parcial. Si no le gusta, no lo lea: nadie la obliga. Pero si lo va a seguir leyendo, considere que no todo lo que aquí encuentre le va a gustar. De hecho, a mí no siempre me gusta.

    En otros términos, que espero le resulten claros, repito lo dicho más arriba: Boris, como tantos otros lugares supuestamente destinados a la música, es un lugar dedicado a la gastronomía. Ahí está su negocio. Tiene, sí, como excusa para atrar público, la música. Puede que en sus inicios haya querido tener la pátina de un club de jazz, pero su programación no es la de un club de jazz. Tampoco su manera de atender al público es la apropiada. Si usted disfruta con eso, siga frecuentándolo. Yo, desde este modestísimo lugar, señaló lo que me desagradó profundamente en lo que pudo haber sido una noche excelente y que, dadas las condiciones, terminó siendo nada más que muy buena. Si le gusta, bien; y si no, también.

    Hemingway solía decir que no se puede ser simpático con todo el mundo. ¿Sabe que es cierto?

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  5. "Nadie dijo que este sea un blog parcial"... los fallidos son maravillosos...No tengo como usted la idea de que tengo que compartir la opinión de todo lo que leo, pero si tengo claro expresar mi disidencia en el caso de que así sea. Y desde el vamos no me merecen respeto opiniones- que aunque no comparta- tengan tanta animosidad.
    Quizás lo "destemplado" ha sido su nota en este blog, sólo por mencionar quién fue primero en la cadena de generar en otros la necesidad de contestar ante semejante actitud.
    No me interesa la simpatía si hay equilibrio y buen criterio en mi interlocutor.
    Y ya que ha citado a Hemingway, le dejo una frase para la reflexión "El secreto de la sabiduría, del poder y del conocimiento es la humildad"... Y quien habla absolutizando y viendo todo con el mismo cristal, no conoce. Espero ejercite un poco en la humildad, porque comentarios absolutos como los suyos no le hacen bien...a usted.

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  6. María, ¿qué quiere que le diga? Soy todo lo que usted quiere que sea. Usted ya me cansó.

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  7. A mí me parece que al crítico mucho no le gusta la música, se la pasó distrayéndose con todo lo que pasaba a los costados, arriba y abajo. Bueh, a quién le interesa un artículo escrito nada más ue para denostar un lugar.

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  8. Que lástima este post.... Tengo 45 shows en Boris que dicen lo contrario. Pero ustedes sabrán....

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  9. Y voy a agregar que es patética su nota. Dos palabras para el show y 48 para el lugar. Ustedes no saben nada de música, dedíquensé a otra cosa.

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  10. Buenas Noches: he leído la crítica que se hace de un lugar que no conocía en persona y que en el mes de Mayo tuve la oportunidad de asistir a una presentación de un cuarteto de jazz increíble. Cené y pude escuchar junto a un público respetuoso lo que habíamos ido a ver. Desde el principio pude ver la interacción de los músicos y de los chicos que manejan el lugar. No sentí en ningún momento ruidos o cosas que me desconcentraran de lo que estaba escuchando y viendo. Tener la oportunidad de sentarme en una mesa frente al escenario y palpar la química del concierto fue sin dudas una experiencia única. Me dieron ganas de seguir yendo a Boris y seguir disfrutando de un lugar que sin dudas seguirá siendo para el espectador sentirse como en en el living de su casa. Al menos para mí esa fue mi sensación. Saludos y que sigan habiendo lugares donde la música fluya y sea el espirítu de muchos melómanos como yo o como muchos que les gusta la buena sintonía musical. Slds. Valeria.

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  11. Buenas noches: He leído el comentario sobre Boris, y la verdad más allá de lo que ha escrito, creo que catalogar a Boris como único fin gastronómico me parece poco considerado. Si miramos un poco los meses que han pasado, han reunido a grandes músicos que han pasado por allí y mi experiencia en el mes de Mayo donde fuí a ver un cuarteto de jazz increíble, donde la interacción de los músicos con la gente que maneja del lugar fue buenísima y donde el público que asistió a ver la presentación de este grupo de jazz fue de un respeto y admiración. Pude estar sentada en la mesa 4, frente al escenario y la verdad no sentí los ruidos, ni los mozos que hayan molestado. Quizás tuve la suerte de que en ese día todo funcionaba a la perfección y que Boris brilló como tal. La sensación que me llevo de este lugar es que es como estar sentado en el living de mi casa y admirar a un grupo de jazz en vivo y en directo... y como tal, si lo sentí así es porque el concepto de Bar funciona!, saludos y que la música siga vibrando en Palermo de la mano de Boris Jazz.

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  12. Este blog existe desde diciembre de 2011. Desde entonces, se han subido unas 94 entradas que, como se puede comprobar recurriendo a la columna de la derecha, tratan sobre los más diversos temas. Sin embargo, hasta la opinión vertida por Jorge Fondebrider sobre el bar Boris, nunca había recibido tantos comentarios. Descartados por el lenguaje y por la manifiesta inquina contra Guillermo Hernández los de un tal Producer –que no leyó que este blog no publica comentarios anónimos–, la mayoría de los ellos alternan la defensa apasionada del lugar con el denuesto a quien simplemente se quejó por las condiciones en que tuvo que presenciar un show. No deja de ser llamativo. Sobre todo porque de esos 11 comentarioss, 3 pertenecen a María Williams, 1 a Roberto Langella, 2 a Daniel Camelo y 2 a Valeria ¿Lu? (Los 3 restantes fueron las respuestas de Jorge Fondebrider a la Sra. Williams.) ¿A qué se debe tanto énfasis? ¿Por qué la opinión de alguien, varias veces descalificado en esos comentarios y seguramente poco leído, podría ser tan importante que motivara tantas intervenciones? Y si ese alguien al que "no le gusta la música" y es "patético" opinó tan desacertadamente, ¿qué sentido tendría discutir con él? ¿O habrá algo más en todo esto que no termina de explicitarse? En síntesis, cada cual es libre de hacer con su tiempo lo que quiera y de opinar consecuentemente con sus circunstancias. Habrá a quien le guste más y a quien le guste menos; e incluso, a quien no le guste en absoluto. Así son las cosas y no está mal que así sean.

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  13. Gente hablando y divirtiendose puede ser, pero por favor diganle al del cafe que el molinillo no se prende cuando tocan, es mortal. A mi me pondría como loco y después todo me parece mal.

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