Una música, muchas músicas
Taj Mahal |
Hace ya unos cuantos años, durante un concierto de Taj Mahal y Albert Collins que tuvo lugar en Buenos Aires, el primero de los dos músicos, a cuyo cargo estaba la apertura, fue repetidas veces interrumpido por un sector del público. A los gritos, varios asistentes le reclamaban a Taj Mahal guitarras eléctricas y distorsión, donde él apenas ofrecía una variedad de blues rural, que se toca con guitarras acústicas y una técnica de acompañamiento llamada fingerpicking , estructurada en la alternancia de una línea melódica que se suele llevar con los dedos índice y mayor, y una puntuación que se realiza con el pulgar sobre las cuerdas graves. Taj Mahal, un erudito de la música afroamericana, quien a lo largo de su ya dilatada existencia recorrió todas las posibilidades e inventó unas cuantas, interrumpió su actuación y desde sus imponentes dos metros de estatura se dirigió a los revoltosos: “No hay que ser estúpidos –les dijo–. No hay un único tipo de comida, sino muchos que dependen de las circunstancias y los gustos. Con la música pasa lo mismo. Y el blues no es una excepción. Ahora están escuchando country blues, pero en un rato van a tener otra cosa. Así que, del mismo modo en que aprendieron a comer distintas comidas, aprendan a escuchar las distintas variedades de blues que existen”. Y con un aplauso cerrado por parte del público, siguió su concierto.
No hay una única definición. La palabra, que de acuerdo con los eruditos tiene un origen incierto y hace su aparición entre los siglos XVI y XVII, posee, según Jean-Paul Levet –autor de Talkin’ that Talk. Le langage du blues et du jazz (París, Hatier, 1992)– al menos cuatro acepciones. La primera se refiere a un ámbito común de las etnias africanas trasladadas a los Estados Unidos; en palabras de Robert Springer, blues define “un ambiente que le permite al auditorio revivir tanto sus orígenes como su condición”. En otras palabras, el blues , según esta definición, sería algo así como un clima afectivo, un lugar de pertenencia.
La segunda acepción –acaso la más popular y, en cierto modo, la más fácil, habla del blues como de un sentimiento: la depresión asociada a la impotencia, que termina manfiestándose como música.
La tercera, en cambio, es un término genérico que comprende a una gran variedad de estilos musicales, probablemente nacidos en los alrededores del Delta hacia fines del siglo XIX.
Por último, y en términos más académicos, la cuarta se refiere a una estructura musical de 12 compases (aunque no siempre es así), que se organiza alrededor de tres acordes (uno tónico, otro dominante y un tercero subdominante), cuyos origenes se remontarían a Africa, pero que terminaron de fijarse en los Estados Unidos, recibiendo en ese tránsito no pocas influencias de algunas especies de la música de tradición folklórica europea.
Los estilos del blues son muchos y dependen, en más de una oportunidad, de variantes apenas perceptibles para el oído del lego. Luego, dado el tránsito de los músicos, no puede definirse con absoluta exactitud a qué estilo corresponde cada uno. Con todo, tradicionalmente suele agrupárselos en razón del lugar donde cada músico desarrolló la parte más sustantiva de sus carreras. Lo que sigue es una breve síntesis extraída de La gran enciclopedia del Blues, de Gerard Herzhaft (Barcelona, Ma Non Troppo, 2003). Por supuesto no es una catalogación exhaustiva y, de hecho, podría ser materia de discusión entre especialistas.
Delta blues: Se supone que es la forma más antigua de blues. No proviene del Delta del Mississippi, sino del sur de Memphis, Tennessee, región considerada como la cuna del blues . Se trata de una expresión rural, bastante simple, en la que el intérprete canta a voz en cuello acompañándose con guitarra y armónica, y cuyos recursos más sofisticados son el fingerpicking , el open tuning (literalmente, los “acordes abiertos”; vale decir, la manera que permite afinar una guitarra para la obtención de un acorde perfecto cuando se rasguea sin utilizar la mano izquierda) y el empleo del bottleneck o del slide (cilindro de vidrio, en el primer caso, o de metal, en el segundo, que luego de insertado en el dedo anular o en el meñique se desliza sobre el encordado afinado en open tuning para lograr efectos de glissando particularmente expresivos) Entre sus más importantes cultores se menciona a Mississippi John Hurt, Charlie Patton, Robert Johnson, Son House, Skip James, Fred McDowell, Huddie William Ledbetter (más conocido como Leadbelly),Tommy Johnson, Bukka White, Jimmie Rodgers y Charlie Musselwhite.
Skip James |
Sleepy John Estes |
Escuela de Durhan: Otra variante del Delta blues, originada en esa ciudad de Carolina del Norte, alrededor de la figura de Blind Boy Fuller. Gran maestro de la guitarra y del fingerpicking , influyó notablemente sobre Sonny Terry, Brownie McGhee y el Reverendo Gary Davis, entre otros.
Blind Boy Fuller |
Memphis blues: A diferencia del Delta blues, el de Memphis es una variante urbana, desarrollada en la ciudad que antaño fue la capital algodonera de los Estados Unidos. Memphis Minnie fue una de sus principales figuras. A ellas se suman Furry Lewis, Jim Jackson, el segundo Sonny Boy Williamson, James Cotton, B. B. King, Bobby Bland, Little Milton, Albert King, Rufus Thomas, Booker T. Jones, Steve Cropper, etc.
Muddy Waters |
Detroit blues: Una forma tardía, que se desarrolló a partir de la década de 1920, con la inmigración de los negros del sur a esa ciudad, otrora símbolo de la industria automotriz. Detroit fue el reino del celebérrimo John Lee Hooker, de Eddie Burns y de Eddie Kirkland. A partir de finales de los años cincuenta, uno de los tantos momentos en que el blues pasó de moda, se desarrolló allí una importante variante de la música negra: el soul y el rhythm & blues del sello Tamla Motown, cuyos principales exponentes fueron Diana Ross & The Supremes, Smokey Robinson & The Miracles, The Temptations, Marvin Gaye, el primer Stevie Wonder, los Jackson 5, etc.
Blind Lemon Jefferson |
California blues: Desprendimiento del Texas blues, constituido cuando los trabajadores de Texas, Oklahoma y Luisiana comenzaron a llegar para sumarse a los astilleros. Entre los más importantes músicos de la región se menciona a Charles Brown, Floyd Dixon, Ray Charles, T. V. Slim, Lafayette Thomas, Roy Hawkins, Little Willie Littlefield, Johnny “Guitar” Watson, Guitar Shorty, Robert Cray, Joe Louis Walter, etc. Entre los blancos, merecen mención especial los grupos Canned Heat –de Bob Hite y Alan Wilson–, y Hot Tuna (este último, creación del gran guitarrista Jorma Kaukonen y del bajista Jack Cassidy, profundamente influidos por el Reverendo Gary Davis).
Saint Louis blues: Propio de la ciudad ubicada en el cruce de los ríos Mississippi y Missouri, es un estilo que se caracteriza por las notas lúgubres y el ambiente sombrío que despliega. Allí se destacaron Roosevelt Sykes, Henry Brown, Jimmy Oden, Teddy Darby y Walter Davis. También Henry Townsend.
Nueva Orleáns: Se trata de una ciudad cosmopolita que se constituyó en lugar de confluencia de la cultura francesa, española, india y afroamericana, donde el blues es apenas un condimento más muy mezclado en el marco de una tradición riquísima que apela a todo lo que tuvo a mano. Famosa por el jazz, es también la cuna del cajun y del zydeco (ambos estilos de música folk que blancos y negros adaptaron de los inmigrantes acadienses escapados de Canadá). Acaso por ambas razones, produjo un blues mucho más arreglado, donde prima el piano y un ritmo muy sincopado. Entre los más ilustres representantes se menciona al multifacético Jelly Roll Morton (autodefinido como “creador del jazz”), Champion Jack Dupré, Professor Longhair, Joe Turner, Fats Domino, Dave Bartholomew, Guitar Slim, Smiley Lewis y Johnny Copeland, entre otros. Pero igualmente podrían agregarse variantes más eclécticas como las que ofrecen Dr. John y los Neville Brothers. En cuanto al zydeco , de origen rural y principalmente cantado en francés o creole , destaca por el uso del acordeón al que luego se sumará la guitarra eléctrica y los vientos. Entre los intérpretes más conocidos de zydeco se nombra a Buckwheat, “Boozoo” Chavis, Joe Walker, Queen Ida y Clifton Chenier, entre otros.
Blues por otros medios
Por supuesto que hay muchas más variedades y eso no se limita a la mera clasificación estilística, sino a la influencia profunda de esta música aparentemente sencilla sobre otras especies musicales que, en cierta forma, podrían considerarse como desprendimientos de un tronco inicial común.
En el caso del jazz estadounidense (no así el europeo ni el de otras latitudes) el blues es un elemento esencial que ha venido en auxilio de los músicos cada vez que los estilos imperantes parecían agotarse. Otro tanto puede decirse de algunas subespecies del rock tanto estadounidense como británico (porque hay blues en Led Zeppelin o Jethro Tull, por ejemplo, pero no así en Pink Floyd, Yes o Gentle Giant). También, por curioso que vaya a resultar, el blues estuvo presente en diversas músicas folklóricas, como en el llamado folk barroco británico de los años sesenta (Davey Graham, Bert Jansch, John Renbourn, Gordon Giltrap, etc.), e incluso en las zambas argentinas, a las que, en su momento, el Chango Farías Gómez les sumaba acordes de blues y de bossa nova . Y claro, va de suyo que desempeñó un papel fundamental en el rhythm & blues , el soul , el funk e incluso el rap (cuyo antecedente más próximo tal vez podría ser el talkin’ blues , una suerte de recitado acompañado con guitarras).
De todas estas cosas trata entonces el presente número especial de Ñ .
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