Jonio González, en algún momento entre
2009 y 2011, publicó en Cuadernos
de Jazz, el siguiente artículo sobre uno de los grandes tenores de
la historia, para su serie Second Line.
Second Line: Zoot Sims
Asegura Tom Waits que quien pase el tiempo suficiente en la carretera conocerá, más tarde o más temprano, un pianista manco. De ser cierto, quien pase más tiempo aún quizá tope con el fantasma de Jack Teagarden, tendido en el lecho de un cuarto de hotel, en una ciudad perdida, junto a una botella de Wild Turkey.
Swingin' the Road
Cerca
de ese hotel, o de alguno parecido, encontrará también otros fantasmas, el de
tantos músicos de jazz que, como parte del tributo que éste solía exigir, iban
de un lugar a otro, año tras año, intentando ganarse la vida mientras creaban
la música más bella del siglo. Zoot Sims fue uno de ellos.
John Hanley Sims nació el 29 de octubre de 1925 en Iglewood, California. Hijo de Pete Sims y Kate Haley, artistas de vodevil, estaba acostumbrado a que su padre permaneciese ausente largas temporadas y a las estrecheces económicas pero, según sus propias palabras, era feliz en un hogar donde todo el mundo "cantaba, bailaba y tocaba algún instrumento". Los suyos eran la batería (que aprendió a tocar en la escuela) y un viejo y torcido clarinete que al cabo de tres años fue reemplazado por un saxofón tenor marca Conn, regalo de la señora Sims. Entretanto, comenzó a vender su alma al jazz frecuentando la colección de discos de su hermano, Ray, cuatro años mayor que él y, con el tiempo, un trombonista apreciable, ausente de cualquier enciclopedia, que integraría las orquestas de Les Brown, Benny Goodman y Harry James. Entre aquellos discos de pasta, Zoot (todavía Jack) descubrió a Basie, a Ellington y al propio Goodman, a la vez que quedaba marcado por sonidos tan opuestos y complementarios como los de Lester Young y Ben Webster.
En 1940 abandona el instituto y entra en la orquesta de Ken Baker, establecida en Los Angeles, donde se convierte en músico profesional y obtiene su apodo: Baker ponía nombres más o menos graciosos delante de cada atril, y a Sims le tocó en suerte el de Zoot. Dos años más tarde, con diecisiete, emprende su primer viaje a través del país al unirse a la formación de Bobby Sherwood, trompetista californiano de cierta fama en su tierra por entonces: "Aprendí unas cuantas cosas, entre ellas a leer música." (Quien quiera saber cómo sonaba esa banda y en particular Zoot Sims, que interpreta un breve solo en una versión de "The Man I Love", puede recurrir a 1942-1945 Live Broadcast with Zoot Sims, editado en 2001 por Soundcraft Classics.) A la orquesta de Sherwood siguen las de Bob Astor, Sonny Duham, Benny Goodman (que lo admiraba por encima de casi todos los tenores y con quien colaboró en tres períodos a lo largo de su vida profesional), Big Sid Catlett... y más tarde Woody Herman, Artie Shaw, Buddy Rich, Stan Kenton, Gerry Mulligan, Charles Mingus, Duke Ellington, Ernie Wilkins, Quincy Jones... Todo ello a lo largo y ancho del país, además de giras por Europa,
¿Qué buscaban, o encontraban, en Sims todos estos directores, tanto los olvidables como los olvidados, los funcionales como los geniales? Un sonido límpido, una comprensión cabal del swing como elemento esencial del jazz, la espiritualidad de Young (y sus arpegios en los tiempos rápidos) y la carnalidad de Webster, la sutil manera de supeditarse al contexto sin sacrificar un ápice de poesía. Y se equivocan quienes, como Jean-Loup Auvray, afirman que prefería las grandes formaciones a las pequeñas. Al respecto, en 1965 Sims declara a Les Tomkins: "Me siento tan cómodo en unas como en otras. Pero prefiero las pequeñas. En ellas encuentras mayor libertad, sobre todo si eres el líder. Puedes tocar lo que te plazca, en el tempo que quieras." Y es así como, tras grabar para Commodore en 1944 como miembro del combo del pianista Joe Buskhin, Sims participa, durante los 45 años que duró su carrera, en numerosos registros de grupos pequeños, en más de cincuenta ocasiones como líder, pero también junto a Miles Davis, Clifford Brown, Bill Evans, Roy Eldridge, Al Cohn, Johnny Smith, Gerry Mulligan, Joe Newman, Bob Brookmeyer, Stan Getz, Sonny Stitt, Hank Jones, Jimmy Rowles, Art Pepper, Bobby Hackett, Joe Venuti, Eddie “Lockjaw” Davis, Dave McKenna, Oscar Peterson, Clark Terry, Joe Pass y, por increíble que parezca, un largo etcétera.
Entre tanto material, y considerando que, como se ha señalado más de una vez, Zoot Sims "nunca grabó un disco malo", el aficionado puede centrarse en sus colaboraciones con Woody Herman, Al Cohn, Bob Brookmeyer o Gerry Mulligan, así como en un puñado de los excelentes registros a su nombre. Con Herman integró, entre 1947 y 1949, los Four Brothers del "segundo rebaño", conjuntamente con Stan Getz, Herbie Steward (luego Al Cohn) y Serge Chaloff. Con ellos protagonizó esa pequeña revolución, debida a los arreglos de Gene Roland, consistente en yuxtaponer, sucesivamente, sonoridades semejantes (carentes de vibrato, distentidas, casi intangibles). En esta etapa con Herman surgen dos relaciones fundamentales para Sims, tanto en un sentido musical como de amistad; las que inicia con Al Cohn (con quien ya había coincidido en la orquesta de Artie Shaw) y Jimmy Rowles. Con el primero forma un dúo alquímico de saxos tenor con el que recorrerá el país en un itinerario que une Nueva York con Filadelfia, Boston, Cleveland y Chicago, ofreciendo un swing arrollador y una música, en suma, armónicamente perfecta, en la que el sonido sin asperezas de Cohn se complementa a la perfección con el algo más texturado de Sims. Con el segundo se encontrará varias veces, sobre todo hacia el final de su carrera, en discos en los que Sims parece tomar de la mano al oyente y, como ha escrito Benny Green, conducirlo hacia los secretos últimos de la melodía. Antes de ello, las citadas colaboraciones con Mulligan, en el sexteto pianoless y en
Zoot Sims murió de cáncer en 1985, no sin antes dejarnos un precioso homenaje a Johnny Mandel. Quince años atrás se había casado con la periodista Louise Ault y había abandonado el alcohol, ese generoso compañero de ruta que no suele dejar factura sin cobrar. Su sonido se había vuelto más pleno y cálido, su frescura seguía intacta, transmitía felicidad con cada nota, y un punto de melancolía. "El jazz lo ha sido todo en mi vida", declaró en una ocasión. De ser cierto esto, Zoot no ha muerto, pues como todo artista verdadero permanece en la particular visión de la belleza que nos ha legado.
Discografía escogida
1956: Zoot (Argo)
1956: Plays Alto, Tenor and Baritone (ABC
1956: The Art of Jazz (Seeco)
1956: Morning Fun (Black Lion)
1975: And the Gershwin Brothers (Fantasy)
1976: Soprano Sax (Pablo)
1977: If I'm Lucky (Pablo)
1978: For Lady Day (Pablo)
1978: Warm Tenor (Pablo)
1979: The Swinger (Pablo)
1983: Suddenly It's Spring (Pablo)
Con Stan Getz
1949: The Brothers (Fantasy)
1949: The Brothers (Fantasy)
Con Clifford Brown
1954: Jazz Immortal (Pacific Jazz)
1954: Jazz Immortal (Pacific Jazz)
Con Al Cohn
1956: From A to Z (RCA Victor)
1957: Al and Zoot (Coral)
1960: You 'n' Me (Mercury)
1973: Body and Soul (Muse)
1956: From A to Z (RCA Victor)
1957: Al and Zoot (Coral)
1960: You 'n' Me (Mercury)
1973: Body and Soul (Muse)
Con Gerry Mulligan
1957: The Gerry Mulligan Songbook (Pacific Jazz)
1960: The Complete Verve Gerry Mulligan Concert Band Sessions (Mosaic)
1957: The Gerry Mulligan Songbook (Pacific Jazz)
1960: The Complete Verve Gerry Mulligan Concert Band Sessions (Mosaic)
Con Sonny Stitt
1965: Inter-Action (Cadet)
1965: Inter-Action (Cadet)
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