jueves, 22 de agosto de 2013

Una opinión después del concierto de Herbie Hancock en Buenos Aires

Luego de entrevistarlo, Jorge Fondebrider presenció el concierto de Herbie Hancock en el Gran Rex, el lunes 19 de agosto pasado. El miércoles leyó lo que los colegas escribieron en otros diarios y, después de pensarlo un poco, decidió opinar al respecto.

Un concierto aburrido y predecible

"Ya no pienso en el jazz, tal vez porque lo toqué demasiados años", le dijo Herbie Hancock a Federico Monjeau cuando éste lo entrevisto para Clarín hace un par de años, con motivo de la edición de The Imagine Project. Y continuaba: " Tengo una visión más amplia de la música, y en esa visión también está lo que la música puede significar en términos humanos. Siempre digo que tengo un largo un entrenamiento en el jazz, y este entrenamiento me ha dado la libertad y el atrevimiento de explorar nuevos mundos". 

El error, pienso ahora, es no haber reparado oportunamente en esas palabras. Tal vez tendría que haberlas tomado más en cuenta a la hora de ir a uno de los shows realizados en el Gran Rex el 19 de agosto pasado. Porque, a pesar de los buenos músicos que formaban parte del cuarteto (ver entrevista en la entrada previa) y de los muchos blasones que cada uno de ellos tenía para exhibir, y a pesar de los muchos ditirambos de la crítica local, con sus inmoderados EXCELENTE y sus puntuaciones de 10, no hubo ni jazz ni matices. Sí, en cambio, una relectura un tanto ramplona y condescendiente  de una parte de la propia historia de Hancock, acaso la menos interesante. Me refiero a la vinculada con  la época de su banda de fusión, los Headhunters, pero sin la urgencia que tal vez alguna vez tuvo ese grupo. Lo que se oyó fue una versión más vieja de una música que envejeció mal, o, en todo caso, peor que otras variedades de música improvisada previas a los años setenta. En síntesis, una música pasteurizada, carente de riesgo y de humor, y de muy baja intensidad. 

Entonces, si a la luz de este concierto uno piensa en las otras veces en que Hancock vino a la Argentina –la primera con el tributo a Miles Davis, con los integrantes del segundo quinteto y Wallace Roney como trompestita; la segunda, con el soporifero dúo que armó con Wayne Shorter; la tercera, con sus estudiantes en el Teatro San Martín– o en los últimos discos que grabó –entre otros, The Imagine Project–, no queda otro remedio que pensar que a) nos está debiendo unos cuantos pesos por las varias veces que nos defraudó, o b) somos sumamente ingenuos al pensar que sigue brillando una  estrella que se apagó hace ya mucho tiempo. Y si bien está claro que todos tenemos que vivir, no tenemos por qué envejecer todos juntos.


10 comentarios:

  1. Estaría bueno leer críticas más críticas más seguido y no tantas adulaciones hacia el pasado y los curriculums. Por otro lado no creo que sea problemático o particularmente negativo que Hancock se aleje del jazz salvo por el hecho de que es en esa música donde logra una libertad (entendida como plenitud y personalidad en el lenguaje) que hace años busca en diversas fusiones y confusiones.

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  2. Aburrido y predecible? Puede no haberte gustado y es resptable, gustos son gustos.ahora , predecible te parece improvisar en 23 o en 17 ? Mucha escucha y pocos conocimientos de música me parece

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  3. Ahora entiendo porqué no me quise molestar en ir a escucharlo...

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  4. No puedo creer que este señor critique DE ESTA MANERA .... desde que lugar lo hace ´?? IMPUNIDAD solo el hecho de escucharlo sea lo que fuere que toque es fantastico . Hay que aprender a respetar ..

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  5. En la diminuta mente del Sr. Fondebrider, no cabe la posibilidad de que exista en éste planeta un músico libre, un artísta de verdad.
    Si no toca de la manera convencional que él está tan acostumbrado a escuchar de esa cueva de engendros "jazzeros", no es aceptado.
    No puede aceptar que un artísta que siente que ya lo dijo todo, en épocas remotas, y que ahora quiera liberar su espiritu y elevarse.
    Gente como el Sr. Fondebrider y "Minton´s", le hacen mal al país y a las artes en general.

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    1. "Le hacen mal al país" suena fuerte,¿no?

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    2. Estimado : creo que USTED es quien le hace mal a la humanidad con su resentimiento su cortedad de miras y su narcisismo falaz. El sitio de encuentro denominado Minton ´s nos ha permitido a muchos melomanos cultivar el oido saliendo precisamente de la musica convencional esperable para la ocasion. Si hay alguien que no tiene prejuicios en cuestiones artisticas ese es Guillermo Hernandez . Pero usted evidentemente dejo de asistir a la disqueria porque su ego inflamado y maliciosamente competitivo no soporto saber menos que el destacado vendedor...Siga en su compulsiva acumulacion de vinilos del año cero como dice el cantor "que los que nadan pa´dentro se ahogan solito en la vida " ,

      Jorge

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  6. A pesar de que a la derecha de este blog hay una leyenda que dice que no se publican comentarios anónimos, se hace una excepción y se incluyen tres de ellos que disienten con lo expresado por quien firma con nombre y apellido. Se hace a modo de ejemplo, para señalar la valentía con la que esos lectores se expresan sin nombre y apellido, demostrando así no sólo la calidad de sus opiniones, sino también su valor como personas. Muchas gracias, muchachos, y sigan participando.

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  7. Concuerdo completamente con lo expresado por el Sr. Juan Carlos Anónimo, Minton's es un foco infeccioso en el quehacer cultural y musical de nuestra patria, y sus habitués y concurrentes son unos parias resentidos que carecen de los mas elementales conocimientos en la materia. Es gracias a gente como el distinguido Sr. Anónimo y su incansable trabajo a favor del jazz, que esta música permanece viva y vigente en los ardientes corazones de nuestros jóvenes. Gracias Sr. Anónimo por su valentía y su lucha, sepa que no está solo en su sacrosanta cruzada.

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