jueves, 22 de marzo de 2012

"Che, Wynton, ¿y la coherencia?", pregunta Patricia Bullrich

Nadie duda de la enorme destreza técnica de Wynton Marsalis. En el ha pasado, ha sabido dar muestras notables en este sentido y ahí están, por ejemplo, los varios volúmenes que, con el título genérico de Standard Time, editó para Sony, en diversos ejercicios de relectura de la tradición. Otro tanto hay que decir de sus propios logros como compositor, aun cuando estos puedan interpretarse como ejercicios voluntarios destinados a emular a Duke Ellington. Y hasta aquí, todo bien. Pero entiendo que todo el mundo recuerda la manera en que Marsalis condenó al propio Miles Davis por haberse alejandor de la tradición que él mismo había instaurado cuando empezó a inventar lo que después iba a llamarse jazz-rock, o cuando coqueteó con el funk y el hip-hop. Y todavía más acá en el tiempo, todavía resuenan las amargas palabras que le dedicó a su hermano Bradford cuando éste integró la banda de Sting o participó en discos de The Grateful Dead.

Bien, vale la pena señalar que, desde que la Sony cesó de interesarse en el joven prodigio (cosa que ocurrió cuando éste dejó de ser tan joven y el remedo de jazz propuesto por los jazz lions empezó a aburrir, con la consiguiente baja en las ventas de discos) Marsalis emigró a Blue Note (un selló muy interesado en el cross over; vale decir, en la promoción como jazz de todo aquello que no es jazz: Norah Jones, Jeff Bridges, etc.), lo cual, aparentemente, lo habría llevado a revisar su posición. De hecho, al disco que grabó con el cantante country Willie Nelson lo sucedió otro que grabó con lo que queda de Eric Clapton. En ambos casos, se trató de colaboraciones que tuvieron lugar primero en el marco del programa Jazz At Lincon Center. Y ahora se anuncia, con ese mismo marco, se anuncia para el 18, 19 y 20 de abril  próximos una nueva colaboración, esta vez con Paul Simon. Es de esperar que después, para acercarse al mercado latino, vengan Shakira y Ricky Martin. Dicho de otro modo, en cualquier momento, Wynton Marsalis deja el menemismo para acercarse al actual gobierno. O quizás se haga radical disidente y elija entre el Frente Para  la Victoria y el ARI. O como dijo Osvaldo Soriano, ya no se meta en política porque siempre fue peronista.

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