domingo, 13 de diciembre de 2015

Los 60 del señor R. en una célebre mansión del Gran Buenos Aires

La última reunión realizada en la casa del Dr. B. durante el mes de noviembre fue una de las más bizarras de las que los usuarios de Minton's hayan tenido noticia.

Por secreto de sumario, los lectores tendrán que abstenerse de inquirir sobre lo que allí pasó (aunque, se sabe, todo Buenos Aires y, probablemente, una porción considerable de Oslo están al corriente de los desgraciados hechos de esa noche).

 Por eso, el ágape convocado con motivo del cumpleaños número 60 de Fernando R. había despertado muchas expectativas entre los invitados.

En la foto, se ve el preciso momento en que el Dr. B. hace el traspaso de responsabilidades al homenajeado, quien, para más datos, usó sombrero durante casi toda la velada.

A esta altura de los acontecimientos, es de dominio público que el Núcleo Duro de Minton's suele amenizar sus comilonas con músicos invitados que, no por músicos, comen menos que el resto.

En la oportunidad, la responsabiolidad recayó sobre un muy elegante Mariano Loiácono, en camiseta musculosa, pantalón deportivo y ojotas, quien trajo a su combo, a la sazón conformado por él en trompeta, su hermano Sebastián en saxo tenor, Pablo raposo en piano (reemplazando a Francisco LoVuolo, perdido en combate), Jerónimo Carmona en contrabajo y el cada vez más presente Eloy Michelini, en una versión bastante acotado de lo que alguna vez fue una batería.


A pesar de reivindicar a rajatabla el hard bop, Loiácono y los suyos eligieron un repertorio ecléctico y muy cercano al swing, que, en un momento dado, llevó a un abotagado Diego F. a despertar para decir "Ike Quebec", como quien eructa dormido. Otro tanto pasó con Guillermo Hernández, quien salió de su letargo dominical para decir, vaso de cerveza en mano, "Don Byas".Las mujeres y niños no  familiarizados con esos nombres, creyeron que se trataba de mensajes cifrados y prefirieron no interrumpir con preguntas acaso incómodas.


Como se comió antes, durante y después de la música, nadie se sintió incómodo a la hora de repetir por duodécima vez. Los músicos, mucho menos.

En la foto que ilustra ese tramo de la velada, se ve a Carmona tratando de dilucidar, plato en mano, si le tocó torta de brownie con dulce de leche o simplemente panqueque (entendemos que rechazó el rogel).







Con todo, la sorpresa de Carmona fue total cuando se encontró delante de la fuente de chocolate.

Nótese la expresión de júbilo en su rostro. También, la mirada profesional de Sebastián Loiácono, quien hasta ese momento se había concentrado solamente en los refrescos.





Loicáno el joven, no obstante, no pudo mantenerse dentro de los estrictos límitos que le había fijado su hermano mayor y demostró por qué, pese a su aparente perfil bajo, todo el mundo apuesta a que todo es cuestión de tiempo. Si no, véase que pese a que la copa está visiblemente vacía, no la suelta.












Distintos grupos fueron constituyéndose a medida que transcurría la tarde. Pero el común denominador fue la comida y la bebida.












Hubo asimismo quien se inclinó por el farniente. Tal fue el caso de Hernández, en la foto acompañado por su asesor de sonido y por el pensionista al que le subalquila un colchón en Minton's (Si no fuera así, resultaría del todo inexplicable su presencia permanente en el local.)




Con todo, Hernández, siempre afecto a conocer qué se dice en el mundo de los argentinos, también circuló por las mesas, tratando de que el señor Marcelo C. le comentara las últimas incidencias del mundo del rugby, o que lo hiciera Jorge B. o el crítico F, porque a esa altura de los cócteles ya daba igual.

El señor Jorge F. y su bellísima mujer, observan en el fondo resignados.





El homenajeado no dudó en prestarse a todo tipo de fotografías sociales y hay quien dice que algunas pueden llegar a ser usadas en su contra si la ocasión se presenta.





Y, como al fin y al cabo era un cumpleaños, también sopló las velitas (que es un modo de decir porque, como se ve, acá se simplificaron en una).

Hubo discursos de todo tipo, palabras señeras, festejo paralelo del cumpleaños de Jorge Fr. y, por segunda vez en el año, mujeres invitadas. Este último detalle, muy comentado por cierto, dividió aguas: hay quien dice que el Núcleo Duro se humaniza y quien sostiene que se reblandece.



Como es costumbre en estas reuniones, Sergio C. presentó el nuevo vino Minton's, que en la ocasión fue un blend.

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