martes, 15 de abril de 2014

González se pone el saquito, dice "oi oi oi" y escribe sobre jazz judío


Josef (Yossele) Rosenblatt
Ya se sabe que Jonio González se dedica a temas que, para llamar de algún modo, podemos calificar de ”diferentes”. En este caso, considerando la celebración de Peisaj (la Pascua judía), rescatamos de Cuadernos de Jazz una nota firmada por nuestro corresponsal en Catalunya sobre, precisamente, “jazz judío”.

Berman, Manne, Gibbs

Cuenta la leyenda, o contaba hasta que en 2006 su protagonista reveló los pormenores de la misma a Ben Ratcliff en una entrevista concedida para el New York Times, que cierto día, en Chicago, Ornette Coleman vio la luz (o al menos cierta luz, cuando cabría pensar que ya las había visto todas). Fue hacia 1986, cuando tras una actuación con su cuarteto de entonces (con Cherry, Haden y Higgins) en el Jazz Lounge del hotel Shuterland de dicha ciudad el sobrino del director de aquél, el poeta Don Schatz (cuyo nombre Ornette no menciona), invitó al grupo a la casa de sus padres.

(Según puede leerse en la página oficial del Jazz Institute of Chicago en un artículo firmado por Stan Katz, que recoge el testimonio de la hermana de Schatz, lo anterior ocurrió, en realidad, hacia 1959, época, por otra parte, en que los miembros del cuarteto eran los mismos). Allí, en un aparte, Don le hizo escuchar un disco de Josef (Yossele) Rosenblatt, cantor de sinagoga nacido en Ucrania y emigrado a Nueva York en 1911. Ornette se echó a llorar como un niño, según sus propias palabras. Aquel hombre rezaba, gritaba, hacía pausas inesperadas que daban paso a falsetos vertiginosos, lloraba y, al mismo tiempo, cantaba “notas imposibles”, no ponía el acento en la melodía sino en "otra cosa", en algo desgarrador, puramente espiritual. Como en febrero de 2002 Nat Hentoff escribió en JazzTimes, tuvo la misma reacción que quienes escucharon Free Jazz por vez primera: “Un sonido intensamente humano”.

Tiempo después, cuando a mediados de los años noventa del siglo pasado John Zorn decide llevar adelante su proyecto Masada (que ya ha producido más de cincuenta discos), se inspira en Ornette Coleman para formar su cuarteto, integrado por Dave Douglas, Greg Cohen, Joey Baron y él mismo en saxo alto. Con su combinación de klezmer, punk, música de cámara y free jazz, se trata de la punta de lanza de un movimiento, el de la Radical Jewish Culture, que pretendía poner en cuestión no sólo ciertas primacías musicales, reinventándolas, sino los circuitos de expresión y difusión. Una de las consecuencias del movimiento fue el sello Tzadik, también fundado por Zorn, cuyo catálogo atesora gemas de artistas como Steven Bernstein, Frank London, David Krakauer, Aaron Alexander o Jenny Scheinman, y aun el que músicos ajenos en principio a la tradición judía generaran obras inspiradas por ésta, como Plays the Music of Mickey Katz, de Don Byron (anatiguo clarinetista, por cierto, de la Klezmer Conservatory Band), o A Thousand Evengins, de Dave Douglas, quien dedica una pieza, The Branches, a uno de los próceres de la yiddish music, Dave Tarras. (Respecto de Tarras y la relación entre klezmer y jazz, invito al lector a escuchar el festivo Freilach in HiFi, a nombre del Murray Lehrer Ensemble, y a prestar especial atención a la trompeta de Lou Levin al comienzo de Bublitchki).

Pero mucho antes de la vasta y radical propuesta de Zorn, antes incluso de la iluminación de Ornette Coleman (cuando quiera que ésta fuese), aproximadamente para las fechas en que Henry Ford advertía contra ese "imbécil y sensual jazz judío" que corrompía a la juventud, la música del este de Europa, y en especial la de los judíos, se colaba en el melting pot en que venía cociéndose el jazz, encontraba en Harry Kendal a uno de los primeros que maridaron jazz y klezmer, se filtraba en el Tin Pan Alley de la mano de creadores como Jerome Kern, Irving Berlin (que de niño había integrado el coro de la sinagoga en que su padre era rabino y que compuso numerosos temas de inspiración claramente yiddish), Harold Arlen (cuyo progenitor era chazzan, es decir cantor, de sinagoga) o George Gershwin, cuyas raíces musicales hebreas (por hablar sólo de ellas), reconocibles ya en el comienzo mismo de su emblemática Rhapsody in Blue, tan bien sabría explorar con los años Giora Feidman. También lo haría merced a figuras del swing como Artie Shaw (Abraham Arshawsky) o Benny Goodman, e incluso a impensados como Willie “The Lion” Smith (William Bertholoff), que acabaría como cantor en una singagoga de Harlem. Toda esta tradición específicamente yiddish más o menos oculta, que afloraba por ejemplo cuando la trompeta de Ziggy Elman atacaba las notas de And the Angel Sing, de Goodman, o este mismo interpretaba Shirt Tail Stomp, cristalizaría en tres álbumes en los que sería simple excusa, objeto de búsqueda o materia de homenaje musical. Nos referimos a Beautiful Jewish Music, de Sonny Berman, My Son the Jazz Drummer (relanzado en 2004 por Contemporary como Steps to the Desert), de Shelly Manne, y Jewish Melodies in Jazztime, de Terry Gibbs.

Nacido en 1925 y muerto de sobredosis de heroína veintiún años más tarde tras una jam session que duró toda una noche, Berman acompañó en incontables giras a comediantes judíos como Irv Lewis y Sam Marowitz y formó parte de orquestas como las de Harry James, Benny Goodman y Woody Herman, a cuya formación se unió con sólo diecinueve años y quien confió lo bastante en él para concederle sendos solos en temas como Let it Snow, Let it Snow, Let it Snow o Your Father Moustache. Bopper entusiasta, el 24 de enero de 1946 convocó, en el domicilio particular del productor Jerry Newman, a Al Cohn, Serge Chaloff y Ralph Burns, entre otros, para grabar, en el contexto propio de una jam, cuatro piezas del propio jefe de filas:Woodchopper's Holiday, Sonny's Blues, Sonny Speaks out y BMT Face (también conocidas, respectivamente, como Down with Up, Ciretose, Hoggimous Higgamous y The Slumbering Giant). En todas ellas Berman da muestras de un sonido intenso y un punto atormentado en un contexto en el que la música tradicional judía es alusión y recuerdo. Las grabaciones no aparecerían en forma de disco hasta 1973.

Distinto es el caso de Shelly Manne (cuyo disco, producido por Lester Koenig, lleva por subtítulo “modern jazz versions of favorite jewish and israeli songs”), que al homenaje y la reivindicación de sus raíces une la indagación musical. Con arreglos de Victor Feldman, Teddy Edwards y Lennie Niehaus, se trata de una síntesis por momentos perfecta donde tienen cabida la referencia brasileña en Zamar Nodad, el tratamiento modal de Hava Nagila, la atmósfera bluesie de Bei Mir Bist Du Schoen, la lectura baladística del melancólico My Yiddishe Momme, con un gran Teddy Edwards, la levedad de Yossel, Yossel, donde la trompeta asordinada de Shorty Rogers y la guitarra acústica de Al Viola crean una atmósfera lánguida y brumosa, o una versión de Tzena que tiene el sabor de un clásico del hard bop de siempre, todo ello con el añadido de una compenetración modélica entre los miembros del grupo, con un énfasis particular en las intervenciones de Budwig y Viola. A pesar de las avaras tres estrellas que en mayo de 1963 Don DeMichael le otorgó en DownBeat, un gran disco que lamentablemente nunca llegó a tener la segunda parte que Koenig promete al final de las liner notes.

Por fin, llegamos al disco de Gibbs, quizá el más extraño de los tres, pues más que fusión propone un encuentro entre un cuarteto de jazz y otro de klezmer que interactuasen sin interferir en el discurso del otro. De hecho, el de klezmer abriría y cerraría los temas, mientras que el de jazz improvisaría en el medio, con alternancias en los solos. Gibbs, cuyo padre, Abe Gubenko, había sido director de la Radio Novelty Orchestra, especializada en música yiddish, fue con la propuesta al vicepresidente por entonces de la Mercury, Quincy Jones, quien se entusiasmó hasta el punto de proponerse para producir la sesión (a la que se presentaría tocado con un yarmulke). De la partida serían, por una parte, el cuarteto del propio vibrafonista, entre cuyos miembros se encontraba una tal Alice McLeod, acreditada indistintamente en el disco como Alice Hagood y Alice McCord, que con el tiempo sería conocida como Alice Coltrane y que a la sazón entraría por primera vez en un estudio de grabación. El partenairesería el propio hermano de Gibbs, Sol Gage, continuador de la obra del padre de ambos, secundado entre otros por el clarinetista Ramon “Ray” Musiker, hermano menor del famoso, y también clarinetista, Sam Musiker (con quien Les Davis lo confunde en las notas de contraportada), que a pesar de su juventud ya había tocado y grabado con éste y con Dave Tarras (óigase Tanz!, de 1955, y sus aproximaciones al jazz). El efecto es verdaderamente extraño. Como bien señaló en su día Don Nelson en las páginas de DownBeat, el contraste entre el sonido moderno del cuarteto de Gibbs (especialmente de su pianista, añadimos) y el más bien dixieland de Musiker y Sam Kutcher desorienta al principio; sin embargo, es tal la dinámica del álbum en su conjunto, tales las confluencias que se potencian con la aparente disparidad de discursos (aun cuando a veces el proyecto semeje un mero collage), tal la energía festiva de una formación y el swing de la otra, que uno no puede dejar de pensar en los procesos que llevaron a lo largo de la historia del jazz, y especialmente en sus albores, a que esta música sea lo que es, y a afirmarse en la certeza de que fueran cuales fueran las tradiciones, todas venían a abrevar en una misma fuente, la de la libertad.

Sonny Berman 
Beautiful Jewish Music 
Sonny Berman (tp), Irvin “Marky” Markowitz (tp), Al Cohn (st), Serge Chaloff (sb), Earl Swope (tb), Ralph Burns (p), 
Eddie Safranski (b), Don Lamond (bat) 
Nueva York, 24 de enero de 1946 
Onyx ORI 211 
(Lanzado en 1973 y reeditado en 2004 por Cool & Blue como Woodchopper's Holiday 1946, C&B 111)  

Shelly Manne 
My Son the Jazz Drummer 
Shelly Manne (bat), Shorty Rogers (tp y fisc), Tedy Edwards (st), Victo Feldman (p), Al Viola (g), Monty Budwig (bat) 
Los Ángeles, 17-20 de diciembre de 1962 
Contemporary 7609 
(Relanzado en 2004 como Steps to the Desert, CCD-7609-2)

Terry Gibbs
Jewish Melodies in Jazztime
Terry Gibbs (vib), Herman Wright (b), Bobby Pike (bat), Sol Gage (bat), Alice McLeod (p), Alan Logan (p),
Sam Kutcher (tb), Ramon “Ray” Musiker (cl) 
Nueva York, 11 y 12 de enero de 1963
Mercury SR 60812

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