Josef (Yossele) Rosenblatt |
Ya
se sabe que Jonio González se dedica
a temas que, para llamar de algún modo, podemos calificar de ”diferentes”. En
este caso, considerando la celebración de Peisaj (la Pascua judía), rescatamos
de Cuadernos de Jazz una nota firmada
por nuestro corresponsal en Catalunya sobre, precisamente, “jazz judío”.
Berman, Manne, Gibbs
Cuenta la leyenda, o contaba
hasta que en 2006 su protagonista reveló los pormenores de la misma a Ben
Ratcliff en una entrevista concedida para el New York Times, que cierto
día, en Chicago, Ornette Coleman vio la luz (o al menos cierta luz, cuando cabría
pensar que ya las había visto todas). Fue hacia 1986, cuando tras una actuación
con su cuarteto de entonces (con Cherry, Haden y Higgins) en el Jazz Lounge del
hotel Shuterland de dicha ciudad el sobrino del director de aquél, el poeta Don
Schatz (cuyo nombre Ornette no menciona), invitó al grupo a la casa de sus
padres.
(Según puede leerse en la página oficial del Jazz Institute of Chicago en un artículo firmado por Stan Katz, que recoge el testimonio de la hermana de Schatz, lo anterior ocurrió, en realidad, hacia 1959, época, por otra parte, en que los miembros del cuarteto eran los mismos). Allí, en un aparte, Don le hizo escuchar un disco de Josef (Yossele) Rosenblatt, cantor de sinagoga nacido en Ucrania y emigrado a Nueva York en 1911. Ornette se echó a llorar como un niño, según sus propias palabras. Aquel hombre rezaba, gritaba, hacía pausas inesperadas que daban paso a falsetos vertiginosos, lloraba y, al mismo tiempo, cantaba “notas imposibles”, no ponía el acento en la melodía sino en "otra cosa", en algo desgarrador, puramente espiritual. Como en febrero de 2002 Nat Hentoff escribió en JazzTimes, tuvo la misma reacción que quienes escucharon Free Jazz por vez primera: “Un sonido intensamente humano”.
Tiempo
después, cuando a mediados de los años noventa del siglo pasado John Zorn
decide llevar adelante su proyecto Masada (que ya ha producido más de cincuenta
discos), se inspira en Ornette Coleman para formar su cuarteto, integrado por
Dave Douglas, Greg Cohen, Joey Baron y él mismo en saxo alto. Con su
combinación de klezmer, punk, música de cámara y free jazz, se trata de la
punta de lanza de un movimiento, el de la Radical Jewish
Culture, que pretendía poner en cuestión no sólo ciertas primacías musicales,
reinventándolas, sino los circuitos de expresión y difusión. Una de las
consecuencias del movimiento fue el sello Tzadik, también fundado por Zorn,
cuyo catálogo atesora gemas de artistas como Steven Bernstein, Frank London,
David Krakauer, Aaron Alexander o Jenny Scheinman, y aun el que músicos ajenos
en principio a la tradición judía generaran obras inspiradas por ésta, como Plays the Music
of Mickey Katz, de Don Byron (anatiguo clarinetista, por cierto,
de la Klezmer
Conservatory Band), o A Thousand Evengins, de Dave Douglas,
quien dedica una pieza, The Branches, a uno de los próceres de la yiddish music, Dave Tarras. (Respecto de Tarras y la relación entre
klezmer y jazz, invito al lector a escuchar el festivo Freilach in HiFi, a nombre del Murray Lehrer Ensemble, y a prestar especial
atención a la trompeta de Lou Levin al comienzo de Bublitchki).
Pero
mucho antes de la vasta y radical propuesta de Zorn, antes incluso de la
iluminación de Ornette Coleman (cuando quiera que ésta fuese), aproximadamente
para las fechas en que Henry Ford advertía contra ese "imbécil y sensual
jazz judío" que corrompía a la juventud, la música del este de Europa, y
en especial la de los judíos, se colaba en el melting pot en
que venía cociéndose el jazz, encontraba en Harry Kendal a uno de los primeros
que maridaron jazz y klezmer, se filtraba en el Tin Pan Alley de la mano de
creadores como Jerome Kern, Irving Berlin (que de niño había integrado el coro
de la sinagoga en que su padre era rabino y que compuso numerosos temas de
inspiración claramente yiddish), Harold Arlen (cuyo progenitor era chazzan, es decir cantor, de sinagoga) o George Gershwin, cuyas
raíces musicales hebreas (por hablar sólo de ellas), reconocibles ya en el
comienzo mismo de su emblemática Rhapsody in Blue, tan bien sabría explorar con los años Giora
Feidman. También lo haría merced a figuras del swing como Artie Shaw (Abraham
Arshawsky) o Benny Goodman, e incluso a impensados como Willie “The Lion” Smith
(William Bertholoff), que acabaría como cantor en una singagoga de Harlem. Toda
esta tradición específicamente yiddish más
o menos oculta, que afloraba por ejemplo cuando la trompeta de Ziggy Elman
atacaba las notas de And the Angel Sing, de Goodman, o este mismo interpretaba Shirt Tail Stomp, cristalizaría en tres álbumes en los que sería simple
excusa, objeto de búsqueda o materia de homenaje musical. Nos referimos a Beautiful Jewish
Music, de Sonny Berman, My Son the Jazz
Drummer (relanzado
en 2004 por Contemporary como
Steps to the Desert), de Shelly Manne, y Jewish Melodies
in Jazztime, de
Terry Gibbs.
Nacido en 1925 y muerto de
sobredosis de heroína veintiún años más tarde tras una jam session que duró
toda una noche, Berman acompañó en incontables giras a comediantes judíos como
Irv Lewis y Sam Marowitz y formó parte de orquestas como las de Harry James,
Benny Goodman y Woody Herman, a cuya formación se unió con sólo diecinueve años
y quien confió lo bastante en él para concederle sendos solos en temas como Let
it Snow, Let it Snow, Let it Snow o Your Father Moustache. Bopper
entusiasta, el 24 de enero de 1946 convocó, en el domicilio particular del
productor Jerry Newman, a Al Cohn, Serge Chaloff y Ralph Burns, entre otros,
para grabar, en el contexto propio de una jam, cuatro piezas del propio jefe de
filas:Woodchopper's Holiday, Sonny's Blues, Sonny Speaks out y BMT
Face (también conocidas, respectivamente, como Down with Up,
Ciretose, Hoggimous Higgamous y The Slumbering Giant). En todas ellas
Berman da muestras de un sonido intenso y un punto atormentado en un contexto
en el que la música tradicional judía es alusión y recuerdo. Las grabaciones no
aparecerían en forma de disco hasta 1973.
Distinto es
el caso de Shelly Manne (cuyo disco, producido por Lester Koenig, lleva por
subtítulo “modern jazz versions of favorite jewish and israeli songs”), que al
homenaje y la reivindicación de sus raíces une la indagación musical. Con
arreglos de Victor Feldman, Teddy Edwards y Lennie Niehaus, se trata de una
síntesis por momentos perfecta donde tienen cabida la referencia brasileña en Zamar Nodad, el tratamiento modal de Hava Nagila, la atmósfera bluesie de Bei Mir Bist Du Schoen, la lectura baladística del melancólico My Yiddishe Momme, con un gran Teddy Edwards, la levedad de Yossel, Yossel, donde la trompeta asordinada de Shorty Rogers y la guitarra
acústica de Al Viola crean una atmósfera lánguida y brumosa, o una versión de Tzena que tiene
el sabor de un clásico del hard bop de siempre, todo ello con el añadido de una
compenetración modélica entre los miembros del grupo, con un énfasis particular
en las intervenciones de Budwig y Viola. A pesar de las avaras tres estrellas
que en mayo de 1963 Don DeMichael le otorgó en DownBeat, un gran disco que lamentablemente nunca llegó a tener la
segunda parte que Koenig promete al final de las liner notes.
Por fin, llegamos al disco de Gibbs, quizá el más extraño de los tres, pues más que fusión propone un encuentro entre un cuarteto de jazz y otro de klezmer que interactuasen sin interferir en el discurso del otro. De hecho, el de klezmer abriría y cerraría los temas, mientras que el de jazz improvisaría en el medio, con alternancias en los solos. Gibbs, cuyo padre, Abe Gubenko, había sido director de
Sonny Berman
Beautiful Jewish Music
Sonny Berman (tp), Irvin “Marky” Markowitz (tp), Al Cohn (st), Serge Chaloff (sb), Earl Swope (tb), Ralph Burns (p),
Eddie Safranski (b), Don Lamond (bat)
Nueva York, 24 de enero de 1946
Onyx ORI 211
(Lanzado en 1973 y reeditado en 2004 por Cool & Blue como Woodchopper's Holiday 1946, C&B 111)
Shelly Manne
My Son the Jazz Drummer
Shelly Manne (bat), Shorty Rogers (tp y fisc), Tedy Edwards (st), Victo Feldman (p), Al Viola (g), Monty Budwig (bat)
Los Ángeles, 17-20 de diciembre de 1962
Contemporary 7609
(Relanzado en 2004 como Steps to the Desert, CCD-7609-2)
Terry Gibbs
Jewish Melodies in Jazztime
Terry Gibbs (vib), Herman Wright (b), Bobby Pike (bat), Sol Gage (bat), Alice McLeod (p), Alan Logan (p),
Sam Kutcher (tb), Ramon “Ray” Musiker (cl)
Nueva York, 11 y 12 de enero de 1963
Mercury SR 60812
Beautiful Jewish Music
Sonny Berman (tp), Irvin “Marky” Markowitz (tp), Al Cohn (st), Serge Chaloff (sb), Earl Swope (tb), Ralph Burns (p),
Eddie Safranski (b), Don Lamond (bat)
Nueva York, 24 de enero de 1946
Onyx ORI 211
(Lanzado en 1973 y reeditado en 2004 por Cool & Blue como Woodchopper's Holiday 1946, C&B 111)
Shelly Manne
My Son the Jazz Drummer
Shelly Manne (bat), Shorty Rogers (tp y fisc), Tedy Edwards (st), Victo Feldman (p), Al Viola (g), Monty Budwig (bat)
Los Ángeles, 17-20 de diciembre de 1962
Contemporary 7609
(Relanzado en 2004 como Steps to the Desert, CCD-7609-2)
Terry Gibbs
Jewish Melodies in Jazztime
Terry Gibbs (vib), Herman Wright (b), Bobby Pike (bat), Sol Gage (bat), Alice McLeod (p), Alan Logan (p),
Sam Kutcher (tb), Ramon “Ray” Musiker (cl)
Nueva York, 11 y 12 de enero de 1963
Mercury SR 60812
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