domingo, 3 de julio de 2016

Sucedió en el suburbio: asado en homenaje a Ches, Mat y Craig


El mismo día de la partida de Ches Smith, Mat Maneri y Craig Taborn hacia su próximo concierto en San Pablo, el núcleo duro de Minton's decidió homenajearlos con el correspondiente asado. El ágape tuvo lugar el sábado 2 de julio en la residencia del Señor M., en un suburbio de Buenos Aires.

Desde temprano, haciendo uso de sus conocimientos culinarios (que aquí se resumen en un sazonado francamente extraordinario con un toque debidamente marroquí), el Sr. M. se dedicó a su parrilla, aun cuando las condiciones atmosféricas no lo acompañaron.


Debajo de una lluvia torrencial, las carnes se asaron en su justa medida, como para demostrarles a los visitantes en qué consiste uno de los mejores aspectos de la argentinidad. Al amor de las brasas, tanto el vacío como un descomunal ojo de bife (que para la traducción quedó como rib eye, aunque, quién sabe), supieron dar de sí todos sus jugos y proteínas.


Y, precisamente, ya que de proteínas hablamos, hubo que fijarlas, razón por la cual, algunos de los invitados aportaron sus conocimientos y parte de sus propias bodegas, para así poder cumplir debidamente con este imperativo. Y, claro, para evitar la uniformidad, hubo quien prefirió cerveza (cfr. el dueño de Minton's) y quien esperó pacientemente a que llegara el café y con él, una exquisita vodka polaca de la que rápidamente dieron cuenta los comensales más avispados.



Como en otras ocasiones, los músicos fueron debidamente alimentados e hidratados. En la foto se los ve durante uno de esos raros momentos en que paró de llover, siendo instruidos por algunos de los miembros del núcleo duro, sobre las bondades del fuego de leña, los puntos de cocción considerados correctos y otras bondades del noble arte del asador. Asimismo, accedieron a responder a las muchas preguntas a las que fueron sometidos, sin hablar de la firma de ignotos discos comprados en épocas pretéritas todos sabemos en qué disquería.

Llegada la hora de la ingesta, los comensales se dispusieron en tres mesas. Alguien, con malevolencia, llamó a la primera, en la que estaban sentados el anfitrión, Hernández (que exhibe una incipiente tonsura) y los músicos, la "mesa presidencial". Pueden verse, una segunda mesa en la que el mejor ingeniero de sonido de la Argentina (palabras de Joe Zawinul), preside desde su silla blanca. Más hacia el fondo, un ex modelo de Calvin Klein, departe con el  representate de John Deere en la Argentina, acompañado por un crítico de fuste, mientras el Dr. B. oficia de mozo (changa que le consiguió Hernández para que se haga unos pesos).


Como la tarde transcurría y los platos seguían llegando, fue necesario hacer una pausa que algunos aprovecharon para fumar cigarros y otros, para tomar aire. Entre estos últimos estaban los músicos y el Sr. MC, a quien, en un momento, Ches, Mat y Craig le propusieron que se uniera al grupo. No se sabe si por modestia o por no saber ningún instrumento, el Sr. MC declinó la oferta y, orgulloso, mostró su remera galesa, adquirida en Cardiff, durante le último mundial de rugby.




El Sr. M., acaso entusiasmado por el buen ambiente de la tarde, tuvo un aparte con Craig Taborn, a quien le aconsejó qué temas agregar y qué temas descartar de su repertorio, al tiempo que le indicaba cuáles eran los mejores parajes para la pesca del surubí en el Alto Paraná. Taborn, que no entiende castellano, se mostraba interesado. Segurametne la generosa ingesta de distintas variedades de Malbeck hizo posible eso de que hablando la gente se entiende. Y si no, no importa.

A medida que caía la noche, todos fueron embargados por una cierta melancolía, que, un observador objetivo, equiparó con una digestión lenta. Un filósofo presente añadió: "Y así va pasando la vida".

1 comentario:

  1. Muchas gracias a todos,especialmente al Sr. MH, por hacer que todo sea menos hostil, al menos por unas horas.

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